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Montaje de una mujer estresada sin poder dormir y una imagen de dinero

Las mujeres que han padecido violencia de género pueden cobrar una ayuda de 15.000 €

Esta medida protege a las víctimas de violencia de género desempleadas

Las trabajadoras que hayan sido víctimas de violencia de género podrán beneficiarse de una serie de ayudas. El Estado se encarga de ofrecerles una protección en cuanto a lo económico. En el mejor de los casos llegan a percibir hasta 15.000 euros.

Por medio del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) podrán solicitar dicha subvención hasta un máximo de tres veces. Solo será válida para aquellas desempleadas que hayan agotado todas las prestaciones y subsidios disponibles. Además, se exigirá el cumplimiento de una serie de requisitos.

Al igual que cualquier otro trabajador, después de 360 días cotizados en la Seguridad Social, tendrán acceso a una prestación contributiva. Lo que popularmente se conoce como paro. En ocasiones, cuando se quedan sin empleo, el regreso al mercado laboral se dificulta en exceso por distintos motivos, entre ellos la edad.

El objetivo del Estado de bienestar es que nadie quede desprotegido. De ahí que el siguiente paso les llevaría a cobrar un subsidio, que varía en función de la situación personal de cada persona. Dependerá de si se tiene más de 45 o 52 años, si cuentan con hijos a cargo, etc.

Montaje de billetes de 20 y 50 euros con un letrero de prestaciones del SEPE
El SEPE será el encargado de dar esta ayuda cuando se hayan agotado todas las prestaciones y subsidios | Getty Images

En este sentido hay que destacar una ayuda extraordinaria para las mujeres de menos de 52 años víctimas de violencia de género. Tras finalizar las distintas ayudas asistenciales, como la prestación del paro y los subsidios, la opción disponible será la Renta Activa de Inserción (RAI).

Quién puede cobrar la Renta Activa de Inserción

La Renta Activa de Inserción está disponible para todas las personas que hayan agotado el paro y el resto de subsidios ordinarios. Entre los posibles beneficiarios, además de las víctimas de violencia doméstica o de género, hay otros colectivos.

Estos son los parados de larga duración de más de 45 años, los emigrantes retornados mayores de 45 años y las personas con discapacidad. Se pide que el grado de minusvalía sea igual o superior al 65%.

Condiciones que deben cumplir las víctimas de violencia doméstica

Las víctimas de violencia de género o doméstica deben de cumplir una serie de requisitos para optar a la RAI. Al igual que el resto de posibles beneficiarios, las condiciones a reunir son las siguientes, según el portal Noticias Trabajo:

- Encontrarse en situación de desempleo

- Aparecer como demandante de empleo y conservar esa situación mientras se cobre la ayuda de la RAI

- Demostrar que permanece en Búsqueda Activa de Empleo, además de suscribir el compromiso de actividad

- No rebasar ciertos límites en lo que se refiere a las rentas. Los ingresos mensuales no deben superar el 75 % del Salario Mínimo Interprofesional, lo que supondría 810 euros

- Se podrá percibir esta ayuda un máximo de tres veces

- Es esencial que transcurra al menos un año desde que se cobró la última vez

Montaje de oficina del SEPE con mano con billetes
La Renta de Inserción Activa se puede solicitar un máximo de tres veces | Europa Press, Getty Images

A cuánto asciende esta ayuda

El importe de la Renta Activa de Inserción asciende al 80 % del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM). Por lo tanto, llegará hasta los 480 euros mensuales.

Los distintos grupos de desempleados tendrán acceso a ella durante un periodo máximo de once meses consecutivos. Además, existe la posibilidad de pedirlo hasta en tres ocasiones. Por lo tanto, en cada tanda de once meses ingresará 5.280 euros.

La persona víctima de violencia doméstica que perciba la RAI cobrará hasta 15.840 euros. Recuerdan que es preciso que haya un periodo de carencia de un año entre que finaliza la ayuda y vuelve a pedirse de nuevo.

De esta forma se consigue que ningún desempleado de larga duración se quede sin ingresos. A determinadas edades y en ciertas circunstancias personales, el retorno a la vida laboral se recrudece en exceso.