El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha mandado una seria advertencia a los desempleados. De no cumplir con una serie de obligaciones se enfrentan a una posible pérdida de las prestaciones.
Estas ayudas resultan esenciales para aquellos que se hayan quedado sin trabajo y que presenten problemas para reincorporarse al mercado laboral. Casi todas ellas están limitadas a un periodo de tiempo determinado, pero contribuyen a cubrir los gastos esenciales por muy bajas que resulten sus cuantías.
Al igual que se requiere seguir unas pautas para solicitar dichas retribuciones, habrá que hacer lo propio para mantenerlas. En el SEPE suelen ser bastante estrictos en este sentido y de no cumplir las normas, el beneficiario se arriesga a perderlas.
De todas las ayudas disponibles la más popular es la prestación contributiva por desempleo, también conocida como paro. Tendrán acceso a ella aquellas personas que hayan desempeñado una labor profesional como asalariado.
Como condición básica se exige la cotización de un mínimo de 360 días durante los últimos seis años. Una vez que se agote habrá la posibilidad de recurrir a otras alternativas como puede ser el subsidio para mayores de 52 años. También está disponible la Renta Activa de Inserción (RAI).
Pero la función del SEPE va más allá de ofrecer una ayuda económica mensual a los parados. También tienen que facilitar su reincorporación al mercado de trabajo.
De ahí que pongan a su disposición una amplia variedad de cursos de formación para que amplíen conocimientos y puedan reciclarse en algunos casos. Tampoco hay que olvidarse de las ofertas de empleo que van actualizándose a diario y que abarcan todo tipo de sectores.
¿Por qué me pueden quitar el paro?
La concesión de cualquier ayuda siempre queda condicionada al cumplimiento de una serie de normas. Y en el caso de la prestación contributiva por desempleo no iba a ser menos. Una de las condiciones básicas para mantenerla es la obligación de comunicar al SEPE el alta en un nuevo empleo.
Por lo general, la mayoría entiende que este trámite corresponde a la empresa que le contrata. Pero también el trabajador tiene una responsabilidad, que de no cumplirla le puede acarrear consecuencias negativas.
De manera personal también debe de notificar al organismo público su estrenada situación laboral. Tienen que informar de ello aquellos que se encuentren cobrando algún tipo de subsidio.
El conflicto se producirá cuando estos encuentren un empleo y no adviertan de ello al servicio de empleo. Inciden en que la citada comunicación puede llegar a dicha entidad por otras vías, pero el beneficiario cuenta con unas obligaciones.
De no hacerlo siempre se podría exponer a una fuerte sanción. En este caso consistiría en la pérdida de esa ayuda, publica el diario La Provincia. Supondría, en algunos casos, un duro contratiempo, ya que suele tratarse de la principal fuente de ingresos del beneficiario.
¿Cómo debo informar de mi nuevo estado?
La nueva situación se puede comunicar de una manera muy sencilla y simple. Cuando se hayan firmado los contratos con la compañía será el momento de ponerlo en conocimiento del SEPE.
Este trámite es posible realizarlo a través de la web del SEPE, empleando el certificado digital, el DNI electrónico o contraseña Cl@ve. Los que tengan menos habilidades para desenvolverse en el universo digital también pueden hacerlo por teléfono o de manera presencial.
Será tan fácil como acudir a la oficina de empleo que se encuentre más próxima a nuestra casa. Eso sí, previamente habrá que solicitar cita previa. Resulta esencial efectuar esta gestión de forma correcta para seguir percibiendo la ayuda y no dar razones al SEPE para que nos la suprima.