Una de las prestaciones más interesantes que encontramos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es el subsidio para mayores de 52 años. Se puede cobrar de manera indefinida y además cotiza para la jubilación. Pero exige el cumplimiento de cinco condiciones para que no nos lo retiren, ya sea de forma temporal o definitiva.
A determinada edad, la reincorporación al mercado laboral de los parados resulta especialmente complicada. Escasean las ofertas para este colectivo, al que todavía le quedan por delante muchos años de vida.
Una vez que finalizan la prestación contributiva por desempleo tendrán la posibilidad de seguir cobrando otras ayudas. La cuantía no será especialmente elevada, pero al menos servirá para cubrir algunas necesidades básicas. De entre todas estas opciones, la más ventajosa, sin lugar a dudas, es el subsidio para mayores de 52.
La ayuda alcanza los 480 euros
Para optar a ella se requiere reunir las condiciones precisas que dan acceso a percibir una pensión de jubilación. Esto implica tener al menos 15 años cotizados y que 2 de ellos se encuentren en los últimos 15 años previos a la petición.
En nuestro país hay casi 650.000 personas que cobran esta ayuda, según los datos que maneja el Ministerio de Trabajo y Economía Social. El importe de la misma se eleva hasta los 480 euros al mes.
Los beneficiarios la cobrarán hasta que encuentren un trabajo o lleguen a la edad de retirada. Aunque tenga un carácter indefinido habrá que cumplir una serie de requisitos para que no nos la retiren.
Los motivos que te dejan sin el subsidio para mayores de 52 años
Una vez que te concedan el subsidio para mayores de 52 años se debería hacer todo lo posible para mantenerlo. Sobre todo si el regreso al mercado laboral se te resiste. Desde el SEPE se imponen unas condiciones que en el caso de incumplirlas dejarían al parado sin la ayuda, publican en Noticias Trabajo.
La retirada de la prestación podría ser temporal o definitiva. Así que le prestaremos mucha atención a las exigencias de las autoridades para que no haya ningún contratiempo.
La primera obligación a la que se compromete el perceptor del subsidio es a presentar un documento cada 12 meses. En él deben aparecer recogidas las rentas cobradas durante el último año. Se trata de la declaración anual de rentas y el plazo para aportarlo es de 15 días hábiles tras cada año de ayuda.
La segunda razón que puede dejarle sin ella es por no renovar la demanda de empleo. Sellar el paro se convierte en algo imprescindible cada tres meses. Es cierto que no ocurre nada si por un despiste no lo hacemos.
Sin embargo, si lo convertimos en una práctica habitual nos exponemos a una pérdida definitiva de la prestación. Podrás efectuar este trámite de manera presencial o por internet.
El tercer motivo sería rebasar el límite de rentas. No debe olvidarse que nos encontramos ante una ayuda asistencial, pensada para parados con carencia de ingresos. El tope máximo mensual queda fijado en el 75% del Salario Mínimo Interprofesional, que este año supone 810 euros.
La cuarta incidencia por la que podrían quitarnos el subsidio para mayores de 52 años es trabajar fuera del país. Lo adecuado sería poner en conocimiento del SEPE nuestra nueva situación, para que así paralicen el ingreso. A la vuelta cabe la posibilidad de reactivarla de nuevo si se cumplen las condiciones.
El último y quinto asunto en el que repararán es en el cumplimiento del compromiso de actividad. El desempleado tiene la obligación de llevar a cabo todas las acciones precisas para volver al mercado de trabajo.