Una de las ayudas más interesantes que encontramos en la actualidad llega de la mano del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Alcanza casi los 16.000 euros y está orientada sobre todo a personas en riesgo de vulnerabilidad. Para percibirla, tan solo nos exigirán tres requisitos.
A una parte de la población le resulta especialmente complicado encontrar un empleo. Sobre todo llegados a una cierta edad, en donde las oportunidades laborales escasean. Después de agotar todas las prestaciones y subsidios, siempre nos quedará alguna alternativa por parte del Estado.
Entre las opciones disponibles se encuentra esta ayuda que llega como máximo a los 15.840 euros. Se enfoca sobre todo para casos especialmente extremos y para cobrarla nos obligarán a cumplir una serie de condiciones. Algunos la conocerán, se trata de la Renta Activa de Inserción (RAI).
¿En qué consiste esta ayuda?
El SEPE será el encargado de tramitar esta ayuda. Aclaran que no se trata de un único pago, ni tampoco de sucesivos abonos hasta llegar a dicha cuantía.
Se cobrará durante un máximo de once meses, aunque existe la posibilidad de solicitarla hasta un máximo de tres ocasiones. Eso sí, para ello es preciso que exista un periodo de carencia por el medio de un año. Por lo tanto, para reclamarla de nuevo debemos dejar pasar al menos doce meses entre el último cobro y el siguiente.
Si cumplimos con todas las exigencias que impone el organismo público, como máximo nos beneficiaremos de esta prestación durante 33 meses. Esto durante un periodo mínimo de casi 5 años.
No deja de ser una pequeña ayuda para hacer frente a los gastos básicos del día, como puede ser alimentación, vivienda o energía. Consistirá en un ingreso mensual de 480 euros que se prolongará durante once meses. Para volver a disfrutar de una nueva tanda de otros once meses habrá que aguardar un año.
Requisitos para percibir la Renta Activa de Inserción
Para beneficiarse de la Renta Activa de Inserción habrá que cumplir una serie de condiciones, que se podrían reducir a tres. En primer lugar habrá que ser parado de larga duración y tener más de 45 años.
También accederán a ella los emigrantes retornados a partir de 45 años, mujeres víctimas de violencia de género o discapacitados con un grado igual o superior al 65%.
Desde el Servicio de Empleo tendrán que valorar el perfil del solicitante. Si cumple con lo exigido, el siguiente paso les llevará a comprobar si se ajusta al segundo requisito. Será que haya agotado la prestación contributiva por desempleo además del resto de subsidios ordinarios.
Por lo tanto, pedirán que haya finalizado todas las ayudas disponibles. Solo así podrá ingresar la RAI, que corresponde al 80% del IPREM (Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples).
Las últimas condiciones que imponen es que el solicitante permanezca como demandante de empleo. Además debe encontrarse en búsqueda activa de empleo.
Condiciones para mantener la ayuda
Una vez que le aprueban la ayuda y empiece a cobrarla, también estará obligado a cumplir una serie de requisitos. No podrá rechazar ninguna oferta de trabajo que le hagan llegar y además deberá asistir a los distintos cursos de formación que le propongan.
También le conceden una cierta importancia al capítulo de las rentas. Para conservar la Renta Activa de Inserción es preciso que no supere el umbral del 75% del Salario Mínimo Interprofesional. Esto supone que no debe ingresar por encima de los 810 euros mensuales a través de otras vías.
Estas son las claves de la RAI, una ayuda pensada para proteger a las personas en riesgo de vulnerabilidad. Es el caso de los parados de larga duración y sin prestaciones.