Los hipotecados reciben buenas noticias. Por primera vez en muchos meses, todo hace indicar que la situación les dará un pequeño respiro. El Euríbor lleva en constante crecimiento desde diciembre de 2021, pero agosto puede ser el punto de inflexión.
La media de este mes se sitúa por ahora en el 4,06%, que representa una décima menos en comparación con julio. Supone la primera caída en más de un año y medio, y aunque sea leve, puede llegar a invitar al optimismo.
Recordemos que el año 2021 se cerró con ese índice en negativo, con el -0,5%. Pero la tendencia dio un vuelco radical a partir de esa fecha, afectando sobre todo a los que tuvieran una hipoteca a tipo variable. También perjudicó a los que pidieron nuevos préstamos para hacerse con una vivienda.
Con los meses, tanto el crédito como las cuotas mensuales fueron incrementándose. Fue a partir de 2022 cuando se inició esa línea ascendente, aunque lo hizo partiendo desde un terreno negativo. Eso puede considerarse algo anómalo, ya que en principio el Euríbor nunca debería encontrarse en esa posición.
No fue hasta abril de 2022 cuando volvió a registrar valores en positivo. Era la primera vez que sucedía esto en seis años. Por aquel entonces la inflación ya se encontraba disparada y se daba por hecha la intervención del Banco Central Europeo para contenerla.
El Euríbor tiene la capacidad de prever lo que se sucederá en el corto plazo. Por eso empezó su subida a comienzos de año antes de que el organismo europeo empezará con el aumento del precio del dinero. A partir de ahí no dejaron de crecer los tipos hasta escalar al 4,25%.
De manera paralela a los tipos, el Euríbor también ha ido subiendo sin parar, registrándose el incremento más rápido de su historia. Los pronósticos invitaban a pensar que durante este año el Banco Central Europeo detendría en algún momento esa tendencia alcista.
Eso facilitó de alguna manera que el índice que se toma como referencia para las hipotecas anotase unos aumentos más contenidos. De hecho, desde marzo esas subidas se han limitado al 0,1% al mes.
En agosto se detecta un cierto alivio
En agosto se dibuja un escenario diferente. Se está pasando de la moderación en la escalada a un posible descenso, publica ABC. Y no parece algo circunstancial, ya que llevamos ya dos semanas con esta situación.
Durante la última semana de julio ya se empezó a detectar esa tendencia a la baja. A mediados de ese mes no se llegó a alcanzar el 4,2% y en estos instantes apenas rebasa el 4%. Además, la media del mes hasta el 8 de agosto está por debajo de la de julio.
Los expertos se muestran un tanto sorprendidos por lo que está ocurriendo. Sobre todo porque el pasado 27 de julio el BCE elevó los tipos de interés hasta el 4,25%. Lo normal es que el Euríbor no tardara en subir casi de inmediato, ya que suele moverse incluso por encima del tipo principal.
Sin embargo, ha sucedido todo lo contrario, con una leva caída en comparación con julio. Indican que esto tiene un tanto desconcertados a los analistas. Sobre todo ante la previsión del Banco Central Europeo de seguir aumentando los tipos.
De momento se desconoce qué ocurrirá a partir de septiembre, cuando se reúna el organismo que dirige Christine Lagarde. Hay dudas sobre si escalará hasta el 4,5% o se contendrá.
Los expertos sospechan que todavía podría registrarse una nueva subida, aunque miembros de la entidad dejan entrever un freno. En cualquier caso, esta decisión queda condicionada a la inflación y a la estabilidad financiera de las próximas semanas.