Las ensaladas son opciones realmente saludables y nutritivas. Además de muy ligeras, por lo que son platos ideales para los almuerzos y las cenas. Y las lechugas se convierten en uno de los principales ingredientes, ya que es un elemento sencillo y tremendamente fácil de preparar.
Viene, además, en una amplia diversidad de variedades: desde la rizada a la romana, pasando por iceberg o la Boston. Por supuesto, se come en ensaladas, pero también en sopas y caldos. Aunque cuenta con algo difícil de evitar: dura poco en la nevera. Por ello, vamos a desvelarte el famoso truco de Karlos Arguiñano para que la lechuga resista más tiempo.
¿Cuál es el truco para conservarla por más tiempo?
Debemos tener en cuenta que la lechuga, en la nevera, no dura fresca más allá de una semana. Esto puede hacer que se estropee al poco tiempo de traerla a casa, en especial si no optamos cocinarla rápidamente.
En su libro El menú de cada día, el popular cocinero Karlos Arguiñano propone un truco muy sencillo para conseguir que la lechuga permanezca más tiempo crujiente y fresca. Efectivamente, durante más de una semana.
Según él, la lechuga se conservaría mucho mejor si la mantenemos en la nevera separando sus hojas antes de introducirla en la nevera. ¿Cómo conseguirlo? Separando las hojas del cogollo, lavándolas y escurriéndolas bien.
Luego, es importantísimo que las hojas de lechuga se encuentren bien secas después de lavarlas. Esto es esencial, puesto que la humedad puede afectar su estado, haciendo que se estropee incluso más rápidamente. Así que ya lo sabes: si deseas conservar la lechuga fresca y crujiente por más tiempo, no tienes más que seguir el consejo de Arguiñano.
Por su parte, la hermana de Karlos Arguiñano también tiene un truco. Al parecer, Eva Arguiñano opta por papel de cocina y un tarro de cocina, con los que limpia y almacena la lechuga. Para conseguir tu propósito, tan solo tendrás que dejar en remojo la lechuga cortada y aprovechar el papel para secar las hojas. Una vez toda la humedad haya sido absorbida, deberás meter las hojas en el tarro y cubrirlas con papel de cocina.
Para que este truco sea realmente efectivo, recuerda que debes colocar el tarro en la nevera bocabajo, de esta forma, toda la humedad que se crea desciende hasta donde se encuentran las hojas de papel.
¿Qué beneficios ofrece la lechuga y por qué se usa tanto en la cocina?
Varios estudios epidemiológicos han demostrado que un alto consumo de verduras y frutas reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas. La presencia de antioxidantes en hortalizas, frutas y verduras podría desempeñar un papel en estos efectos y beneficios protectores.
En este sentido, distintos estudios han asociado el consumo de lechuga con un menor riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer. De hecho, en uno de ellos, se encontró que consumir lechuga varias veces a la semana se asoció de manera específica con un menor riesgo de cáncer de pulmón.
De acuerdo a un estudio in vitro, los distintos compuestos que encontramos en la lechuga (concretamente en la lechuga romana), ejercería efectos neuroprotectores. Así, ayudaría a prevenir la aparición de determinadas enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer.
No solo eso, la lechuga también sería útil para reducir la concentración en sangre de colesterol total, colesterol LDL o malo y triglicéridos. Tal y como encontró un estudio en ratas que incluía una dieta que contenía una quinta parte de lechuga. En la cocina, como hemos indicado, es una opción ideal en elaboraciones crudas, como puede ser el caso de las ensaladas.
Valores nutritivos y calóricos de la lechuga
La lechuga cuenta con un valor nutricional de los más sano: 100 gramos de lechuga cruda aportan apenas 15 calorías, 1,3 gramos de proteínas, 1,33 gramos de carbohidratos y solo 0,2 gramos de grasas. Mientras que también posee 1,2 gramos de fibra dietética.
Entre los diferentes nutrientes que contiene la lechuga, podemos mencionar la vitamina A o la vitamina K. Además de vitamina B9, C, hierro y manganeso. Aunque, eso sí, su aporte vitamínico y de minerales difiere en función de la lechuga que escojamos.