Las entidades financieras se acaban de llevar un nuevo susto. Así lo ha confirmado en las últimas horas el Banco de España. Por segundo mes consecutivo nuestro país vuelve a experimentar una subida de la morosidad de los préstamos concedidos a particulares y empresas.
La tasa alcanzó el 3,59% en mayo, que es el último mes del que se tienen datos. En abril se llegó al 3,55%, mientras que en marzo se registró un 3,51%. A simple vista pueden parecer unos números muy negativos, pero todavía nos encontramos por debajo de los niveles de mayo de 2022. Por aquel entonces, la morosidad bancaria se elevó hasta el 4,18%.
Es cierto que en el actual panorama económico se preveía un incremento del ratio de mora. Sobre por el importante aumento de los tipos de interés durante los últimos meses. A muchas familias les resulta muy complicado hacer frente a las hipotecas ante las subidas de las cuotas.
Pese a esa tendencia al alza, los niveles de morosidad pueden considerarse de moderados. En cualquier caso, habrá que estar muy atentos a lo que suceda durante los próximos meses. Los expertos sostienen que con el tiempo irá a más este porcentaje, publica el diario Las Provincias.
Al parecer, el impacto tarda varios meses en trasladarse a la economía. Y las familias han recurrido en muchos casos a los ahorros para hacer frente al pago de estos créditos. Pero dentro de un tiempo será el momento preciso para realizar las debidas valoraciones en este sentido.
La situación puede empeorar en cuestión de días. Está previsto que este jueves 27 de julio el Banco Central Europeo vuelva a elevar los tipos de interés, que pasarían del 4% al 4,25%. En cuestión de tan solo un año, la situación ha experimentado un giro radical.
En julio de 2022, los tipos se encontraban en el cero. Este detalle da muestras de lo rápido que ha encarecido el dinero. Todo esto puede desencadenar en un aumento de la morosidad pese a que las entidades bancarias también han cortado el grifo del crédito.
El volumen de préstamos se reduce de forma importante
En mayo, el volumen de créditos dudosos ascendía a 42.815 millones de euros. Supone 262 millones más respecto al anterior mes. Por su parte, el volumen total de crédito facilitado se situó en los 1,19 billones de euros.
En este sentido, se aprecia una importante caída, disminuyendo en 8.572 millones de euros. Para realizar valoraciones, lo más conveniente sería comparar estos datos con los registrados en el mismo mes del año pasado.
En el caso del volumen de créditos dudosos, la disminución fue de 8.249 millones. Por su parte, en cuanto a los préstamos totales, la caída experimentada alcanzó los 30.383 millones.
También sería interesante analizar todo esto en función del tipo de entidad. La ratio de dudosos del conjunto de entidades de depósito, como bancos, cajas y cooperativas, se situó en mayo en el 3,49%. Abril se había cerrado con el 3,44%, todavía por debajo del 4,08% de hace un año.
Por su parte, el porcentaje de morosidad de los establecimientos financieros de crédito alcanzó el 6,58%. Esto supone unas décimas más respecto al cuarto mes del año, pero por debajo del 7,15% de 2022.
Ya se detectan las consecuencias de la nueva política monetaria
Desde hace meses, tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo insisten en pedir prudencia, pero también más provisiones a las entidades. Es ahora cuando se empieza a notar las primeras consecuencias de la nueva política monetaria. Y eso que ha transcurrido casi un año desde que se registrara la primera subida de los tipos.
Las medidas más agresivas por parte del banco liderado por Christine Lagarde tratan de forzar ese frenazo económico. El objetivo es ralentizar la demanda y que baje la capacidad de consumo de los europeos con el ánimo de rebajar la inflación.