Conocemos que el chocolate es un alimento muy popular por su dulzura, cremosidad y su infinidad de combinaciones con otros alimentos. Es por ello que muchas personas lo consumen diariamente. Pero, ¿existe una versión mejorada, sana y sabrosa del chocolate, o es un mito?
El chocolate perfecto, de la fantasía a la realidad
El chocolate es uno de los alimentos estrella por excelencia, gracias a su exquisito sabor. Además, es bastante común encontrarlo en un gran número de despensas. Pero no solo eso, sino que dispone de versiones más saludables que otras: hay chocolates con más cacao y menos azúcar, con diferentes texturas, con alimentos adicionales como los frutos secos, etc.
Las diferentes variedades del chocolate son posibles gracias a la existencia de laboratorios que estudian crear mejores versiones con sabores potenciados. Es decir, modifican el alimento para que sea saludable e igual de sabroso a partes iguales.
Y aunque cada uno tenga su favorito, los investigadores se preguntan si sería posible crear un perfecto chocolate para todos los paladares. De este modo, todo el mundo podría disfrutar por igual.
Sin embargo, la creación del chocolate perfecto es todo un reto para las casas chocolateras y los cocineros. Una de las dificultades añadidas es el control de temperaturas para su correcta manipulación, pues la manipulación del chocolate puede llegar a ser muy complicada.
Además, uno de los objetivos principales de las fábricas chocolateras es sumar una experiencia crujiente en la mordida del chocolate. Al parecer, muchos consumidores valoran especialmente la textura y el sonido resultante de la mordida. Por lo tanto, no solo es cuestión de encontrar un sabor atractivo, sino un producto en el que destaquen todas sus propiedades.
Un estudio avala la creación del chocolate perfecto
Según un estudio publicado en Soft Matter, es posible crear el chocolate perfecto. Para conseguirlo, los investigadores diseñaron un chocolate fácilmente moldeable gracias a los cambios de temperatura que efectuaron sobre él. Una vez obtenida la materia prima, decidieron hacer realidad su diseño mediante una impresora 3D.
Teniendo en cuenta que querían conocer su dureza y resistencia, optaron por un diseño en forma de S para que tuviese distintos giros. Gracias a esta forma, fue posible diferenciar el resultado de dos distintas mordidas: la mordida desde arriba o la perpendicular.
Todo esto, con la intención de descubrir cómo conseguir un chocolate de lo más crujiente para que la mordida sea placentera. Los investigadores han señalado que sí es posible controlar una experiencia gastronómica mediante un previo diseño con un modelo matemático.
Asimismo, la materia prima conformada por el chocolate puede ser la más saludable, es decir, optar por el uso de un cacao puro y con poco azúcar. De este modo, su consumo no sería tan perjudicial para nuestra salud.
Dicho esto, es aquella tableta que ha estado producida con un diseño de elaboración pensado para potenciar su capacidad crujiente. Todo ello, sumado a la no utilización de productos ultra procesados, resultaría la combinación ideal para un chocolate perfecto.
Más investigación y menos ultra procesados
Aunque la verdadera conclusión final la tiene nuestro paladar, es importante conocer este tipo de detalles antes de comprar un chocolate u otro. Siempre teniendo en cuenta nuestra salud y a su vez nuestra experiencia gastronómica.
En un futuro no muy lejano, los diseños de producción de alimentos serán un estudio pionero en las fábricas. Estos conseguirán que cualquier producto que podamos encontrar en nuestros supermercados tenga su mejor versión gracias a su producción.
Y no gracias a la adhesión de alimentos ultra procesados que alteren sus texturas y sabores de forma artificial, sino a un estudio previo para optimizar la experiencia de todos los consumidores.