El queso es un maravilloso alimento, el cual es el resultado de la fermentación de la cuajada bajo la acción del cuajo sobre la leche. O por acidificación de esta. Es decir, el queso es, ante todo, una fermentación de la leche activada por bacterias del ácido láctico.
Hay cientos de tipos en todo el mundo y España tiene al menos 400. Se come solo o se usa en la preparación de muchos platos. Conocer los procesos de elaboración del queso no solo permite apreciar la amplitud del trabajo de los queseros, sino también comprender mejor qué hace único a cada queso.
¿Cuáles son los valores nutritivos del queso?
Es necesario tener en cuenta que, cada queso, tiene su propia composición nutricional, la cual varía enormemente. Por ejemplo, hay quesos más grasos y otros que no lo son tanto.
Por lo que, en realidad, todo dependerá tanto de la leche utilizada como por el proceso en sí de elaboración. Aunque sí es posible establecer una serie de características nutritivas básicas que, en la mayoría de las ocasiones, tiende a ser muy común en todos los quesos.
Generalmente, es una buena fuente de proteínas y de calcio. Además, también aportan vitaminas (A, B2 y B12). Y pueden ayudar a prevenir la osteoporosis y ciertos tipos de cáncer.
También suele ser un alimento calórico que aporta alrededor de 340 calorías por cada 100 gramos, debido principalmente a sus grasas. Pero este aporte calórico no es el mismo para todos los quesos.
¿Cuál es el queso que venden en España y podemos comer diariamente?
Un grupo de investigadores realizó un análisis de los quesos semicurados. Y, más concretamente, el queso Jarlsberg de Noruega. Sus resultados fueron publicados en BMJ Nutrition Prevention & Health. Según estos resultados, una porción diaria ayudaría a proteger la salud de los huesos sin aumentar el colesterol.
No en vano, se da la circunstancia de que, ya en estudios anteriores, se apuntaba a que estas variedades de quesos aumentaban los niveles de osteocalcina. Se trata de una hormona asociada a una mejor salud tanto dental como ósea.
Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron a 66 mujeres sanas, con un índice de masa corporal promedio de 24 y una edad media de 33 años. 41 voluntarias consumieron una porción de 57 gramos de este queso; y 25 voluntarias consumieron 50 gramos de queso Camembert.
Los resultados no dejan lugar a dudas
Después de 6 semanas, se hizo un intercambio, y el grupo que consumía Jarlsberg pasó a consumir Camembert. Y viceversa. Según los análisis, la osteocalcina y la vitamina K2 aumentaron de forma significativa tras 6 semanas de consumo de queso Jarlsberg.
También encontraron que los niveles de magnesio y calcio en sangre se redujo, por lo que esto indicaría una mayor absorción de ambos minerales. Los cuales, dicho sea de paso, son esenciales en la formación de los huesos.
Aunque se observó un ligero aumento en ambos grupos, los niveles de colesterol LDL y colesterol total disminuyeron. Y lo hicieron de forma significativa en el grupo de queso Camembert cuando cambiaron al queso Jarlsberg.
¿En qué consiste la variedad de queso Jarlsberg?
El queso Jarlsberg es un tipo de queso semicurado muy característico, porque tiene un peculiar sabor a nuez. Se elabora con leche de vaca, y recibe este nombre del condado en el que se elabora, situado en el este de Noruega.
¿Lo mejor de todo? Podemos encontrarlo fácilmente en el supermercado. Por lo que podrás consumirlo siempre que desees. Por lo que, si te encanta el queso, ya sabes cuál es la opción ideal para consumir a partir de hoy.