Tanto si estás a dieta como si no, es más que probable que controlas tu propio peso. Es casi inevitable subirnos a la báscula de vez en cuando. Sin embargo, lo peor llega cuando ves que los kilos suben sin ninguna explicación aparente.
Hay que tener claro que es prácticamente imposible que la grasa ascienda de un día para otro. Son muchos otros los posibles motivos por los que tu peso está en continuo cambio. En este sentido, los investigadores han querido arrojar un poco de luz sobre el problema que atormenta a muchas personas.
Los motivos por los que cambias de peso en un solo día
A pesar de que la báscula no es el indicador más fiable, es uno de los más utilizados. Cuando sepas los motivos por los que tu peso cambia, quizá quieras probar un método más específico, como el de medirte.
Y es que la grasa no es lo único que pesa, ya que la masa muscular también lo hace. No obstante, esta ocupa menos volumen que la primera en nuestro cuerpo. Pero en el peso que registra la báscula intervienen muchos otros detalles a tener en cuenta.
Uno de ellos es un problema muy frecuente y que, en muchas ocasiones, pasamos por alto. Hablamos del estreñimiento ocasional, que puede inducir a que los kilos suban de un día para otro sin que parezca haber razón.
Cuando el intestino no se vacía tanto como debería, te empezarás a sentir hinchada y sabrás que estás reteniendo líquidos. Estos dos consecuencias son las que propician esa subida de peso.
Lo mucho que influye un alimento del que abusamos
Otro detalle a considerar es que hay que tener en cuenta es la atención que prestamos a lo que comemos. Si de repente te pesas un día y el número ha aumentado en uno o dos kilos, puede estar relacionado con lo que has comido.
Ingerir alimentos altos en azúcares, así como en sodio, hará que el cuerpo también retenga líquidos. Esto puede suponer un aumento de hasta dos kilos. Sin embargo, la grasa corporal seguirá intacta, es decir, no por esta subida de peso habrás engordado realmente.
La menstruación, uno de los motivos que hacen subir de peso
Es el motivo más común. En los momentos anteriores a que llegue el período, te sentirás más hinchada y pesada. De nuevo, la retención de líquidos juega aquí un papel importante.
Estos días previos a la menstruación podrás notar tu tripa más abultada, e incluso molestias. No obstante, esto no significa que hayas cogido kilos, sino que tu cuerpo se está preparando para ese momento.
Di adiós a la báscula: otros métodos para saber si has ganado o no peso
Como ves, la báscula puede no ser uno de los métodos más fiables a la hora de saber si has adelgazado o no. Los kilos pueden subir y bajar en tan solo horas, sin haber engordado realmente.
Para evitar confusiones, existen más formas para pesarnos con más fiabilidad. Lo puedes hacer a través de imágenes del antes y después, para ver con tus propios ojos cómo tu cuerpo va cambiando. También puedes hacer uso de la cinta métrica, con el objetivo de controlar el volumen.
La propia ropa puede ser una buena aliada, pues gracias a ella notarás si has adelgazado o no. Además, también te puedes guiar por el descanso y calidad del sueño. Cuanto más activa hayas estado, mejor dormirás.
En definitiva, ahora que sabes que son varios los factores que pueden influir en el peso, apostar por otros métodos puede ser la solución. Y es que la grasa no puede subir o bajar de un día para otro, cosa que sí sucede debido a la retención de líquidos.