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Mujer tocándose la espalda y los riñones por dolor

Piedras en el riñón (cálculos renales): síntomas y 5 tipos

Revisamos los síntomas y el tratamiento de los 5 tipos de cálculos renales (piedras en el riñón).

Los cálculos renales son masas sólidas formadas por minerales u otras sustancias que se sitúan en el interior de los riñones o en otros puntos del sistema urinario y que pueden provocar distintos tipos de problemas para la salud.

A continuación resumimos qué son las piedras en el riñón, qué síntomas provocan, qué tipos hay y que tratamiento se usa  para eliminarlos.

Piedras en el riñón: ¿qué son?

Los cálculos renales también son conocidos como piedras en el riñón, nefrolitiasis y litiasis renal. Usamos estos términos para hacer referencia a la formación de un elemento sólido en el riñón o en el tracto urinario; pueden aparecer uno o más cálculos al mismo tiempo en el riñón o en el uréter.

Estos elementos sólidos se forman en el aparato urinario a partir de diversas sustancias y pueden estar alojadas en el riñón sin moverse o bien desplazarse a través del tracto urinario hasta ser expulsada por la uretra provocando la presencia de sangre en la orina y en ocasiones un intenso dolor al ser evacuadas del organismo.

Los cálculos renales aparecen en forma de piedras que puede llegar a medir hasta 5 milímetros y suelen estar formados por calcio, sales de fosfato, ácido úrico o diversos componentes más.

 

Síntomas y signos comunes

Los cálculos renales no suelen causar síntomas hasta que la piedra se mueve dentro del riñón o hasta que circula por el tracto urinario y llega a la vejiga.

Si las piedras son muy pequeñas o están en proceso de formación tampoco provocan síntoma alguno y en algunos casos son expulsadas por el organismo sin provocar dolor.

Los síntomas suelen aparecer cuando la piedra mide más de 0,5 centímetros; en esos casos puede producirse el cierre de un uréter, que es el fenómeno que provoca los síntomas propiamente dichos.

A continuación describiremos cuáles son los principales síntomas y signos que se pueden manifestar en una persona afectada de piedras en el riñón o en otras partes del sistema urinario.

1. Obstrucción del flujo de orina

La obstrucción de la piedra en el tracto urinario puede provocar una necesidad constante de orinar sin poder hacerlo de forma adecuada, y cuando se hace las micciones son muy reducidas y frecuentes.

2. Hematuria

“Hematuria” es el término que se emplea para hacer referencia a la presencia de sangre en la orina, que puede llegar a provocar fiebre muy intensa en la persona afectada.

3. Cólico nefrítico

Se trata de un dolor persistente en los pacientes con cálculos renales que comienza en la región lumbar o en la parte inferior de la espalda y termina en la zona genital. Se suele describir como uno de los dolores más fuertes que una persona puede experimentar.

4. Color en la orina

La orina puede volverse de color rosado, marrón o rojizo en aquellos pacientes que presenten un cálculo renal.

Tipos de cálculos renales

Las piedras en el riñón pueden clasificarse en 5 tipos distintos  en función del componente químico que los haya formado.

De este modo, los cálculos pueden ser de calcio, de ácido úrico, de cistina, de estruvita o de elementos menos frecuentes.

1. Cálculos de calcio

Son los cálculos más habituales, representando alrededor del 80% de los casos totales. Están formados por calcio sobrante que el organismo no emplea para los huesos ni para los músculos y por otros elementos de desecho.

En los organismos sanos el calcio que el cuerpo no necesita pasa a los riñones y finalmente a la orina; en personas con algún tipo de problema  el calcio se queda en los riñones y allí es donde se forman los cálculos.

2. Cálculos de ácido úrico

Este tipo de cálculos se producen cuando hay un exceso de ácido úrico en la orina, con un nivel de pH inferior a 5,4. Comprenden entre el 5 y el 10% del total de casos de cálculos renales, son más frecuentes en hombres que en mujeres y sobre todo en personas con trastornos metabólicos como la obesidad.

3. Cálculos de cistina

Los cálculos de cistina son los menos frecuentes: representan tan sólo el 1% de las formaciones. La cistina participa en la creación de los músculos y los nervios  y si no se expulsa del organismo a través de la orina puede acabar formando cálculos.

4. Cálculos de estruvita

Entre el 10 y el 15% de casos de cálculos renales son de estruvita, que suele formarse a partir de infecciones bacterianas que metabolizan la urea y la convierten en amoníaco y en dióxido de carbono. Las bacterias que más comúnmente provocan este tipo de cálculos son Proteus mirabilis, Proteus vulgaris y Morganella morganii.

5. Cálculos de otros elementos

Los cálculos formados por otros elementos suelen ser de xantinas, iatrogénicos, silicato y finalmente los espurios o falsos cálculos. Este tipo de cálculos  varían en tamaño y forma según el elemento que los compone.

Tratamiento de las piedras en el riñón

Los consejos alimentarios que se facilitan a cada paciente para tratar el problema suelen ser adaptados al tipo de cálculo que pueda tener cada uno.

Generalmente las recomendaciones son beber más de dos litros de agua diarios, aumentar la ingesta de zumos de cítricos, moderar el consumo de los minerales calcio y sodio, evitar el consumo de vitamina C y el de bebidas o refrescos carbonatados, así como limitar la ingesta de proteína animal al máximo.

Otras técnicas que también son usadas para el tratamiento de cálculos renales son la administración de bloqueadores adrenérgicos, la aplicación de litotricia corporal (es decir, ondas que destruyen el cálculo) y por último la nefrolitotomía percutánea, una técnica basada en la desintegración del cálculo a través de la aplicación de ultrasonidos realizando previamente un corte en la zona afectada.

 

Referencias bibliográficas:

  • Grases, F., Sanchís, P., Isern B., Perelló, J. & Costa-Bauzá, A. (2007). Uric Acid as Inducer of Calcium Oxalate Crystal Development. Scandinavian Journal of Urology and Nephrology. 41.

  • Lock, S. et al. (2001). The Oxford Illustrated Companion to Medicine. Oxford University Press, 836.