Cierra los ojos e imagina que cada segundo de tu vida está acompañado por un leve y molesto pitido. Para mucho, este ejercicio de imaginación que os proponemos es una realidad, en ocasiones trágica, con nombre y apellidos: el síndrome de Menière. Esta enfermedad auditiva afecta a 3 de cada 1.000 españoles, un total de 139.680 ciudadanos —bastante más que, por ejemplo, el conjunto de habitantes en Toledo— que tienen que aprender a convivir con esta molesta sensación.
Se trata de un trastorno el oído interno que, además del continuo sonido de un rugido en el oído, puede provocar mareos, vértigos, sensación de presión o dolor en el oído. Las personas que padecen este horrible y raro trastorno sufren ataques con más o menos frecuencia. Un ataque el síndrome de Menière puede ser tan intenso que la persona que lo padece puede perder el equilibrio de forma instantánea y caer al suelo desplomado.
Lo más terrible de todo: los científicos no conocen la causa y tampoco existe cura alguna. No obstante, existen medicamentos para paliar los síntomas, así como ligeros cambios en la dieta que ayudan a prevenir los ataques.
Puede que alguien que nunca ha padecido uno de estos síntomas empiece a experimentarlos, en cuyo caso es preciso que acuda al médico de inmediato para aprender a convivir con la enfermedad. El continuo pitido en el oído, es, sin duda, el síntoma más molesto y desesperante, y es que en ocasiones les resulta imposible conciliar el sueño. El caso más extremo es, según ‘El Confidencial’, el de una vitoriana llamada Lucía que se suicidó en 2007 víctima de la desesperación. La ansiedad y la depresión pudieron con ella.
La presentadora de informativos de Cuatro, Carme Chaparro, ha confesado padecer el síndrome de Menière. «Yo vivo así. Con un pitido constante, como una emisión en alta frecuencia. De día es soportable. De noche no tanto. Por el oído derecho casi no tengo audición. Y no hay más remedio que acostumbrarse», asegura.
Los primeros pacientes suelen entrar en pánico ante el pitido y algunos llegan a pensar que están desarrollando un tumor en el oído, pero hay una serie de síntomas inequívocos que hacen pensar en el síndrome de Menière: