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Un señor mayor medicándose con una pastilla mientras sujeta un vaso de agua

Gran optimismo entre los especialistas por el nuevo tratamiento contra el Alzhéimer

Se trata de un fármaco que "cambia las reglas" y podría poner en 'jaque mate' a la enfermedad

Solo en nuestro país, cada día más de 800.000 personas deben convivir y enfrentarse a una dura enfermedad como lo es el Alzheimer. Sin embargo, este trastorno neurológico, que es uno de las más comunes entre la población mayor, puede estar cada vez más cerca de encontrar una solución. 

Por el momento, no existe ningún tratamiento que pueda curar o alterar la evolución del Alzheimer, por lo que los pacientes solo pueden tomar medicamentos que mejoren de forma parcial los síntomas de la enfermedad.

Un fármaco que podría ser un 'rayo de esperanza' contra el Alzheimer 

Después de años de investigación, por fin se vislumbra un camino que parece arrojar un rayo de esperanza. Y es que quien ha convivido de cerca con el Alzheimer, sabe lo duro y complicado que se vuelve todo. 

La pérdida de memoria, junto con la desorientación y el deterioro cognitivo son los síntomas más evidentes cuando se da la degeneración progresiva de las células nerviosas del cerebro.

Hombre anciano tocándose la cabeza mientras una doctora le sujeta la mano
El Alzheimer es una de las 10 principales causas de defunción en el mundo | Getty Images

Este hecho, pues, acaba interfiriendo en procesos cognitivos tan básicos como pensar o recordar. Algo que, con el paso del tiempo, el Alzheimer tiende a empeorar cada vez más y convierte a los pacientes en dependientes.

Pero por suerte, la ciencia avanza, y junto a ella las líneas de investigación. Tras más de 20 años luchando para frenar el avance del Alzheimer, por fin ha habido un nuevo hallazgo.

Se trata del fármaco Lecanemab, y tanto las compañías farmacéuticas Eisai como Biogen han arrojado resultados muy esperanzadores. El fármaco en cuestión es un anticuerpo monoclonal. Al parecer, podría ser capaz de reducir la acumulación de una de las principales proteínas causantes del Alzheimer, la beta-amiloide.

Para poder comprobar su efectividad se han llevado a cabo ensayos clínicos en pacientes con Alzheimer precoz, y en dichos ensayos se ha administrado el fármaco por vía intravenosa. De los 1.800 pacientes que participaron en el ensayo, todos tenían como factor común la enfermedad, aunque con deterioro cognitivo leve.

A uno de los grupos se les suministró el fármaco, y al otro placebo. Pues bien, los pacientes que sí recibieron el fármaco obtuvieron una ralentización de la progresión de la enfermedad en un 27%.

Estos primeros datos se obtuvieron a los 6 meses de realizar el ensayo (desde que iniciaron el tratamiento). Sin embargo, 18 meses después el porcentaje de éxito aumentó, por lo que los investigadores observaron la positiva progresión.

Mercè Boada, neuróloga y directora médica de Ace Alzheimer Center Barcelona señala: "Estamos en un momento de cambio en la historia del Alzheimer, ya que podríamos tener un fármaco con eficacia clínica en 2023". Por lo tanto, si la Agencia Reguladora Americana (FDA) da el visto bueno y lo autoriza, es muy probable que el fármaco esté disponible en los próximos meses.

Doctor mirando a través de un microscopio
Los ensayos clínicos han mostrado resultados muy prometedores | Getty Images

El Alzheimer... ¿Se puede prevenir?

Lo que se sabe hasta la fecha es que el Alzheimer, lamentablemente, es la causa más común de demencia. Además de esto, otro aspecto negativo es que se trata de una enfermedad progresiva e irreversible.

De forma general, su aparición suele darse en personas a partir de 60 años, y aunque existen factores que no podemos controlar, sí podemos adoptar otras pautas para prevenir su aparición.

Varios estudios han demostrado que realizar determinadas actividades puede reducir significativamente la incidencia de Alzheimer en personas mayores. Entre todas ellas, las más evidentes son controlar los factores de riesgo (enfermedades como el colesterol, la hipertensión...), mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio de forma regular.

En lo que respecta a la estimulación cognitiva, se ha comprobado que la realización de actividades y retos puede ayudar también a prevenir la posibilidad de padecer Alzheimer. Así pues, aprender nuevas habilidades, apuntarse a talleres o cursos, o simplemente realizar pasatiempos (ajedrez, sudokus, leer...) pueden frenar el deterioro cognitivo.

Y por último, pero no menos importante, debemos tener presente la necesidad de mantener una vida social activa. Salir de casa y relacionarse con otras personas es otra de las piezas clave de este puzzle, y como no, de nuestro bienestar.