Conducir con el depósito de gasolina en reserva se ha convertido en una práctica muy habitual entre algunos conductores. Es algo que se repite con demasiada frecuencia, sobre todo para no alterar nuestra ruta o por cuestiones de tiempo.
Pero, aunque no lo parezca, esta acción puede acarrear una sanción importante por parte de la Policía. Más allá de posibles multas, también hay que tener en cuenta que presenta una serie de consecuencias negativas para el vehículo.
Evitar viajar en reserva, si no quieres llevarte una multa
No es bueno viajar con el depósito en reserva. En ocasiones resulta hasta arriesgado, ya que existe la posibilidad de que nos quedemos tirados. Habría que circular en estas condiciones lo estrictamente necesario, y no convertirlo en algo tan regular.
Supone un perjuicio tanto para el coche como para el bolsillo. Aún hay gente que sigue repostando de 20 en 20 euros, pensando que de esa forma conseguirá ahorrar, pero en realidad no es así. Lo único que conseguirá será realizar más visitas a las estaciones de servicio, perdiendo más tiempo y dinero en los desplazamientos.
Pero lo realmente preocupante son los posibles fallos mecánicos que puedan producirse. Tenemos en nuestra mano la posibilidad de evitarlo dejando de movernos en reserva.
Los fallos mecánicos por viajar en reserva
Es posible que el elevado precio de los combustibles no motive a los conductores a repostar. Pero si vamos a hacer uso del coche con cierta regularidad es necesario que tenga la suficiente cantidad de carburante. No podemos confiarnos y movernos siempre con lo justo.
Si en realidad nos preocupase mantener en buen estado el coche, lo primero que deberíamos realizar sería llenar el tanque de gasolina o diésel. De lo contrario podrían originarse importantes fallos mecánicos, como comprobaremos más adelante.
La reserva no deja de ser un simple aviso para advertirnos de que queda poco en el depósito. Está pensada para unos cuantos kilómetros, pero tampoco para excederse.
¿Cuánta gasolina me queda realmente cuando voy en reserva?
Hay que aclarar que los litros de reserva varían de manera importante entre un coche y otro. También influirá la manera de conducir y la velocidad del trayecto. En cualquier caso, es preciso destacar que nunca debe apurarse el depósito por si surgen imprevistos.
Es lo que puede ocurrir en el caso de que tengas que realizar algo urgente y no dispongas de tiempo para detenerte a repostar. Lo mismo ocurriría si no encuentras una gasolinera cerca.
Además, se llega a generar una situación bastante incómoda para los automovilistas. Cuando se enciende el piloto de la gasolina siempre permanecemos mucho más pendiente de ello. Así se consigue provocar un estrés innecesario, que incluso llega a condicionar nuestra manera de conducir.
En algunas ocasiones dejamos de estar pendientes del tráfico para centrarnos en lo que nos queda de gasolina. Por lo tanto, piensa bien si te merece la pena apurar tanto.
En lo que se refiere a las averías mecánicas, hay tres partes del vehículo que pueden acabar perjudicadas por esperar al límite. Va a provocar que se acumule suciedad en los inyectores y se acaben estropeando.
En la bomba del coche, por su parte, entrará aire y se generan burbujas que pueden derivar en una avería. A ello se le une también un acortamiento en la vida de los filtros. Por lo tanto, hay que pensar si merece la pena esperar a la reserva.
Multa por apurar en exceso
En el caso de quedarnos sin combustible, nos veremos obligados a detener la marcha en la carretera. Esto, según el artículo 90 del Reglamento General de Circulación, solo se permite en caso de accidente o avería. En cualquier otra situación acarrearía una sanción.
La multa llegaría a los 200 euros. Pero podría ser mucho mayor si decidimos acercarnos hasta una estación de servicio a comprar combustible. La sanción se elevaría hasta los 3000 euros por portar un líquido inflamable en un envase sin homologación.