El pago con tarjeta o el uso de distintas herramientas digitales han ido ganando terreno en los últimos años. Pero eso no ha sido obstáculo para que el dinero en efectivo siga teniendo mucho protagonismo en nuestro día a día. Hasta el punto de que cuente con un gran ventaja respecto al resto de métodos.
Los billetes y las monedas continúan siendo el medio de pago preferido por parte de los europeos, como recoge un informe del Banco de España. Ha conseguido hacer frente a los importantes avances experimentados por el resto de sistemas, de entre los que sobresalen las tarjetas.
El dinero en metálico se resiste a caer en el olvido. Sigue siendo muy utilizado por la gente de más edad, menos familiarizada con las nuevas tecnologías. Además, en muchos comercios de pequeño tamaño no permiten otros medios para abonar las compras.
Esto puede resultar un tanto extraño para muchos jóvenes, que se han criado en una cultura más digital y en constante desarrollo. Pero gran parte de los mayores muestran problemas a la hora de desenvolverse ante un cajero o un ordenador. Y la decisión de los bancos de cerrar oficinas y de prescindir de los servicios en caja les ha supuesto un grave trastorno.
Desde el Banco de España inciden en la importancia que tiene el dinero físico para el conjunto de la población. Destacan sobre todo que se encuentra "al alcance de todos y permite realizar pagos a quienes carecen de cuentas bancarias". También facilita la labor a aquellos que "tienen un acceso limitado a otros medios de pago", publica el portal cronista.com.
Por lo tanto adquiere una cierta relevancia al facilitar la inclusión social de las personas más vulnerables. En este grupo tienen cabida tanto los grupos con rentas más bajas como la gente de más edad.
Cuáles son las ventajas de utilizar el dinero en metálico
El dinero en efectivo es el único medio de pago al que tienen acceso todos los ciudadanos. Por lo tanto, pese a que haya corrientes interesadas que dejen entrever su pronta desaparición, todavía habrá que esperar un tiempo. Los gobiernos deben garantiza su utilización al tratarse de una herramienta universal, al alcance de la mayoría.
El máximo organismo bancario de nuestro país lo califica de instrumento de autonomía y libertad. Y de hecho es así, ya que no precisa de ningún elemento externo para operar con él. Por ejemplo, si tenemos intención de pagar con tarjeta o con el móvil necesitaremos echar mano de la electricidad o de internet.
La legislación vigente recoge que el pago en metálico no puede ser rechazado en ningún momento por los comercios. La única excepción que se contempla es que con anterioridad se haya determinado otro sistema de abono como alternativa.
De hecho resulta complicado que se dé esta situación, aunque en algunos negocios podrían obligar a hacer las compras con tarjeta. Principalmente para no tener que manejar efectivo y así se evitaría errores en los pagos, las vueltas o incluso para que no se produzcan robos.
El efectivo ofrece más privacidad
Hay un motivo esencial por el que el dinero en efectivo resulta mucho más interesante y es por la privacidad que garantiza. Se mantiene totalmente al margen de las estafas online de los ciberdelincuentes. Si somos capaces de guardarlo en un lugar seguro no hay motivos para que se pierda o nos lo puedan sustraer.
Además, las operaciones que se llevan a cabo con billetes y monedas "respetan el derecho fundamental a la protección de datos". Así como a la privacidad en cuestiones financieras.
No hay que olvidar que este sistema facilita que los pagos se hagan de manera inmediata, además de contribuir a controlar mucho mejor los gastos. Nos permiten efectuar una mejor gestión de los ahorros.