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Imagen de gente caminando por una calle en plena ola de frío

Por fin se sabe: el motivo por el que algunas personas sienten más frío que otras

Existen factores que nos hacen más susceptibles a tolerar el frío

Llevamos un par de semanas donde las bajas temperaturas han tomado el control de nuestras vidas. El frío o las nevadas, sin ir más lejos, pueden llegar a condicionar parte de nuestra día a día. Y es que, si somos realistas, no a todo el mundo le gusta el invierno.

A pesar de esto, debemos aprender a convivir con él (y con todas las consecuencias que trae). Sin embargo... ¿Sabías que no todo el mundo puede tolerar las bajas temperaturas de la misma forma? Existen algunas razones, y vamos a verlas a continuación.

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Tolerancia a las bajas temperaturas: El estado de salud puede ser clave

Seguro que en más de una ocasión habrás escuchado la expresión de 'qué friolero eres'. Aunque siempre se ha dicho con un tono irónico, lo cierto es que realmente existen factores que pueden condicionar nuestra tolerancia a las bajas temperaturas.

Tres personas de espaldas andando por una carretera nevada
No todo el mundo tolera de la misma forma las bajas temperaturas | Pexels

No todas las personas respondemos de la misma forma ante el frío: algunas pueden ser realmente amantes del invierno, mientras que otras esperan con ansias la llegada del buen tiempo. En cualquier caso, gran parte de la explicación la podemos encontrar en nuestra salud.

Porque sí, depende de cómo se encuentre nuestro organismo podremos responder mejor o peor ante el desplome de los termómetros. La razón de esto la encontramos, principalmente, en algunas patologías que pueden condicionar nuestra respuesta fisiológica. Vamos a ver a continuación las 5 más habituales.

1. Anemia

La anemia es uno de los problemas de salud con mayores causas y orígenes, pero en este caso, también está asociada con la tolerancia al frío. Tener siempre las manos y los pies fríos podría estar dándonos una pista.

Persona extrayendo sangre a un paciente
Un análisis de sangre puede determinar si sufrimos o no anemia | Getty Images

Si queremos salir de dudas no hay nada como hacernos un simple análisis de sangre. A través de él podremos ver nuestros niveles de hierro y, en consecuencia, reforzarlos si es necesario. La fatiga, la piel pálida o los mareos son síntomas muy frecuentes de esta afección.

2. Enfermedad de Raynaud

Quizás muchas personas desconozcan su nombre, pero la enfermedad de Raynaud podría estar condicionada por el frío y/o el estrés. A grandes rasgos, dicha enfermedad entraría dentro de los problemas de circulación.

Los síntomas más habituales, en este caso, suelen ser los espasmos en las pequeñas arterias que irrigan los dedos de las manos. Por lo tanto, si notas que el aspecto de tus dedos empieza a cambiar (es decir, se ven más blancos), convendría acudir al médico.

3. Problemas en la glándula tiroides

Todos los especialistas y profesionales de la salud coinciden en que uno de los síntomas más característicos del hipotiroidismo es el aumento de la sensibilidad al frío. Las primeras etapas de dicha enfermedad pueden pasar desapercibidas, pero aun así, convendría estar atentos a posibles cambios.

El cuello de una mujer con hipertiroidismo
El hipertiroidismo puede incidir en nuestra forma de regular la temperatura | Getty Images

Por ejemplo, si empezamos a notar cansancio, fatiga o somnolencia, deberíamos ponernos en alerta. Así mismo, un aumento considerable de peso sería otro indicativo para consultar al médico, especialmente si empezamos a sentir que algo no va bien.

4. Problemas de circulación

Todos sabemos que la sangre, ese líquido de color rojo que tantas veces nos puede asustar, es indispensable para mantenernos con vida. Su recorrido a través de venas, capilares y arterias hace que nuestros órganos funcionen y nos ayuden a sobrevivir.

Sin embargo... ¿Sabías que un estrechamiento u obstrucción podría repercutir en nuestra salud? Si quisiésemos hacer pasar agua por una tubería medio atascada, por ejemplo, ocurriría lo mismo. Así pues, tener los brazos y/o piernas frías podría ser una señal de alerta, ya que nos indicaría que la sangre no está circulando correctamente.

5. Problemas con la tensión arterial

Estas afecciones probablemente no sean las más habituales. Sin embargo, conviene mencionarlas porque también podrían incidir de forma directa o indirecta en este caso. Así pues, padecer hipotensión podría aumentar la sensación de padecer frío constantemente. Recuerda que hablamos de tensión baja cuando tenemos menos de 90mm Hg de sistólica y menos de 60mm Hg de diastólica.