Cada vez que lleves a cabo operaciones en efectivo ten mucho cuidado. Hacienda permanece muy atenta a todos los movimientos que realices. Hasta el punto de que pueden llegar a quedarse con la mitad de tu dinero.
Desde hace unos años, la Agencia Tributaria ejerce un importante control sobre ciertas transacciones. Lo hace con el ánimo de acabar con la economía sumergida. Para ello, este organismo fija una serie de limitaciones a la hora de operar con metálico.
De no cumplirse las leyes impuestas por Hacienda, las personas implicadas se verían sujetas a importantes sanciones. Las multas serán asumidas a partes iguales tanto por el emisor como por el receptor del dinero.
Por lo general, la penalización suele rondar el 25% de la cantidad que toma parte en la transacción. En algunos casos ese porcentaje llega a alcanzar el 50%. Pero solo cuando se incumplan una serie de medidas planteadas por el fisco.
Reducción del dinero en metálico
En su intento por luchar contra el fraude fiscal, en 2021 se aprobó una ley que limitaba los pagos en metálico. Se establecía un tope máximo de 1000 euros. Hasta la fecha se permitían las operaciones hasta los 2500 euros.
En cualquier caso, este ente determina una serie de excepciones que te vendría bien revisar. Este máximo de 1000 euros puede rebasarse en una circunstancia concreta. Cuando el domicilio fiscal de un pagador se localice fuera de España. De darse esta circunstancia, se permitirían operaciones hasta los 10 000 euros. Siempre que alguna de las partes no actúe como empresario o profesional.
¿Qué ocurre con los pagos superiores a 1000 euros?
Está claro que a partir de la pandemia cambiaron bastante los hábitos de los ciudadanos. Se paga menos en metálico y se apuesta por otros métodos más cómodos como la tarjeta de crédito o el Bizum. Resultan más simples para cualquier persona, ya que no deberá llevar en el bolsillo tanto dinero.
Sobre todo cuando tenga que hacer frente a la compra de un electrodoméstico o de una gran comida familiar. Pero cuando nos excedamos de cierta cantidad hay que poner cierta atención. Y es que Hacienda estará muy pendiente de cualquier abono que hagamos en efectivo.
Le interesará saber el origen de dicho dinero y el destino que se le dará. Tiene fijado el límite en los 1000 euros, siempre que en la operación haya implicado un profesional o una empresa. Por lo tanto, para los pagos en talleres, restaurantes, negocios de reformas o tiendas, algunos se encontrarán con este escollo.
Se incluye entre las medidas del fisco en su lucha contra el fraude fiscal. Así lo recoge la Ley 11/2021, de 9 de julio. La sanción puede llegar hasta el 50% de la cantidad movilizada, que sería repartida entre los dos participantes en la operación.
Aclaran que sí existen ciertas situaciones en las que se podría rebajar la multa. Alcanzaría una reducción del 65% por actas con acuerdo, mientras que serían del 40% por pronto pago. Si hubiera conformidad, la quita alcanzaría el 30%.
Algunas críticas a la medida
En el caso de que uno de los intervinientes en el procedimiento denunciase la situación ante Hacienda, también tendría beneficios. Y es que le dejarían exentos de abonar la penalización.
Este tope de 1000 euros lleva funcionando algo más de un año, pero algunas entidades se muestran contrarias a esta medida. Sobre todo el BCE, que la considera un tanto desproporcionada.
Entienden que se disminuye mucho la capacidad de los autónomos para cobrar sus servicios. Ocurre lo mismo también con el consumidor, que contará con menos recursos para abonar los bienes o servicios que quiera contratar.