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Imagen de personas caminando por Lugo en plena pandemia de Covid-19

El Gobierno toma una decisión de última hora con las mascarillas en toda España

La retirada de las mascarillas en el transporte público será una realidad el próximo 7 de febrero

El Gobierno ha adelantado en las últimas horas novedades respecto al uso de la mascarilla en España. Hace tan solo unos días, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció que las mascarillas dejarían de ser obligatorias en el transporte público "pronto". Hoy, sabemos que el fin de las mismas se dará, según explica El Periódico, el próximo 7 de febrero.

Se trata de un paso más en busca de la normalidad, y que muchos expertos reclamaban desde hace tiempo. En esta misma línea se expresaba el miércoles el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.

A pesar de las reticencias del ministerio de Sanidad, el mismo Simón veía el fin de las mascarillas muy cercano. Eso sí, sin llegar a mojarse sobre una fecha definitiva: "No sé si la semana que viene o la siguiente", decía.

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Este jueves ya tenemos fecha el mencionado 7 de febrero, y según Carolina Darias la decisión viene motivada por la evolución positiva de los casos de Covid-19. Y es que, a pesar de la alarma inicial, ni las Fiestas Navideñas ni tampoco el fin de las restricciones en China han supuesto un gran aumento de los contagios.

La 'supervivencia' de la mascarilla en el transporte público hasta ahora

A día de hoy, la mascarilla solo se exige en el transporte público y en espacios sanitarios, como hospitales, clínicas o farmacias. Queda por saber qué ocurrirá con estos últimos, pero en el ámbito de la salud posiblemente se mantengan durante un tiempo.

Pasajeros de un autobús con mascarilla
La mascarilla sobrevive aún en el transporte público y los centros sanitarios | Europa Press

En los últimos meses, la ministra de Sanidad ha sido consultada en muchas ocasiones sobre la eliminación de la obligación en el transporte. Ella siempre ha advertido de que la decisión se tomará llegando el momento oportuno, y siempre con el asesoramiento de "personas expertas". Ahora, la retirada de la mascarilla se debatirá en el Consejo de Ministros del próximo 7 de febrero.

Una cuestión muy debatida en las últimas semanas

La decisión de retirar la mascarilla no tiene, sin embargo, un apoyo unánime entre los expertos. La Ponencia de Alertas del Consejo Interterritorial del Sistema de Salud proponía que se mantuviera la obligatoriedad de los cubrebocas al menos hasta marzo.

Su principal argumento era que había que esperar a que pasara la temporada de infecciones agudas y que se conociera el impacto de la apertura de China. Vale la pena mencionar, eso sí, que desde hace semanas los miembros de esta mesa llevan analizando la posibilidad de adelantar los plazos.

Tres personas en la calle con mascarilla
Algunos expertos recomendaban esperar a ver los efectos de la reapertura en China | Getty Images

Hay varios motivos para hacerlo. Sobre todo por la estabilización de la situación epidemiológica en España. Desde la última ola que tuvo lugar en verano no se han producido ningún pico.

Había mucha curiosidad también por conocer qué podría suceder tras las fiestas navideñas. Finalmente comprobaron que se mantenía la misma tónica. En enero hubo buenas noticias porque no se detectó un incremento de los ingresos hospitalarios.

Es cierto que también han ido surgiendo nuevas subvariantes, pero la incidencia ha sido mínima. Sobre todo por la inmunización de la población de riesgo. Se trata de algo que ha valorado mucho la comunidad científica.

Muy pendientes de China y Estados Unidos

España ha comprobado como dos posibles amenazas procedentes de China y Estados Unidos se iban desvaneciendo. Los asiáticos ya han superado su pico de contagios sin que afectara en exceso a Europa.

Su sistema sanitario sí que se vio demasiado tensado. Gran parte de la población se había negado a recibir la vacuna y eso se convirtió en su mayor enemigo. Sin embargo, este problema no se llegó a trasladar al exterior.

Por su parte, en Estados Unidos se detectó una subvariante de ómicron que parecía mucho más contagiosa. Pero finalmente todo quedó en nada y la incidencia en los centros sanitarios fue muy baja.

Por lo que respecta a España, la incidencia de Covid-19 parece no alterarse. Tal como muestran las últimas cifras, la constante ahora mismo es de 97,6 casos por 100.000 ciudadanos y el porcentaje en los hospitales también se mantiene reducido, con el 2,5% de camas ocupadas en uci y el 2,3% en planta. Los afectados por el virus se tratan, sobre todo, de personas de edad avanzada.