Lo que un día fue una buena inversión para los amantes de las largas distancias en coche empieza a llegar a su fin, y cada vez son menos los conductores que prefieren el motor diésel. Sin embargo, y a sorpresa de muchos, el precio del diésel se eleva por encima del de la gasolina y no parece que esta nueva jerarquía de precios vaya a cambiar.
A esta subida de precios en el carburante se le suma la diferencia económica que supone un motor diésel respecto a uno de gasolina y las próximas medidas que restringirán la circulación de este tipo de vehículos. En definitiva, podemos afirmar que los coches diésel van camino de la extinción.
¿Por qué se ha vuelto más caro el diésel que la gasolina?
Contestar a esta pregunta no es sencilla. Se trata de un complejo sistema de mercado que proporciona unos precios u otros que depende de muchos factores a nivel global. Pero tratemos de esclarecer algunas cuestiones:
Tanto gasolina como gasóleo (diésel) son combustibles fósiles, es decir, que su obtención proviene de la descomposición de materia orgánica en un proceso sumamente largo. Con ello se obtiene una materia prima, el petróleo. Sin embargo, no todos los países tienen sus propias fuentes de petróleo suficientes como para abastecerse.
La invasión de Ucrania: un importante factor
Ucrania es uno de los países que proporcionaba a Europa petróleo, y por eso, tras el inicio de la invasión por parte de Rusia, el precio de este combustible se ha visto enormemente encarecido. Pero, si tanto diésel como gasolina dependen de la cotización del petróleo, ¿Por qué el incremento del precio no es igual para ambos?
Algunos expertos apuntan a que esta desigualdad del encarecimiento del diésel respecto a la gasolina se debe a la volatilidad de los mercados. Tal y como también señala la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el problema no es el coste del crudo. Lo que encarece el producto es la cotización internacional de los productos refinados.
También explican que un descenso de la oferta o un aumento de la demanda pueden ser otras de las posibles causas de que el precio del diésel hay subido de forma desigual en comparación a la gasolina.
Más impuestos para el diésel
El precio que pagamos en las gasolineras por llenar el depósito no viene determinado únicamente por el coste de la materia prima (que supone un 39% del precio del diésel). Los márgenes de distribución (entre 15% i 17%) y el IVA (18%) también forman parte de la ecuación para determinar el precio del combustible.
Sin embargo, como se puede comprobar haciendo una simple suma, los tres factores antes mencionados no suman el 100% del precio del diésel. El porcentaje restante corresponde al Impuesto Especial sobre Hidrocarburos, que decide el Gobierno.
Y si bien hasta ahora este impuesto ha sido más bajo para los que eligen diésel, desde que hubo el cambio de legislatura, Pedro Sánchez ha tratado de implantar lo que denominan “impuesto al diésel”. Se trataría así de un aumento de la fiscalidad sobre el gasoil de automoción para cumplir con las demandas de la UE para prohibir la venta de vehículos de combustión de cara al 2035.
Zonas de Bajas Emisiones y los coches diésel
Ya aprobada y establecida la Ley de Cambio Climático, a partir de 2023 todos los municipios que cuenten con más de 50.000 habitantes tendrán la obligación de habilitar lo que se ha denominado como Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Se trata de áreas que limitan el acceso y la circulación de los vehículos según su etiqueta de emisiones con el objetivo de reducir la contaminación.
Se calcula que a partir del año que viene serán 149.000 los municipios que controlarán con este nuevo sistema la entrada de los vehículos a estas zonas acotadas. De esta manera, tan solo podrán circular por dichas vías los coches de 0 emisiones, Eco, con etiqueta C y B, restringiendo así la entrada a los vehículos sin etiqueta, también conocidos como A.