Muchas son las dudas que existen en España sobre el mercado del alquiler. En un artículo publicado en el diario Bon Dia, de Andorra, Santiago Niño Becerra ya ha anticipado el “desastre social” que queda por llegar en 2024.
El economista habla en su artículo sobre el problema de las viviendas de alquiler. Sobre todo, destaca que le llama la atención cómo se resuelve este tipo de problemas en nuestro país, señalando que “la respuesta es simple: de ninguna manera”.
La demanda excesiva, el principal problema de las subidas en el alquiler
Santiago Niño Becerra indica en su artículo que, según los expertos, el próximo 2024 el tema “estrella” será el alquiler de habitaciones “cuyo precio se estima que subirá un 10 % (un desastre social, vaya)”.
Asimismo, añade que el problema en muchos países no es otro que la excesiva demanda: “La demanda de vivienda de alquiler supera en mucho la oferta de vivienda para alquiler”, señala.
Los dos países donde la vivienda en alquiler no supone un problema grave
Por otro lado, el prestigioso economista destaca que existen dos países en los que la vivienda de alquiler no es un problema: Países Bajos y Austria. Interesante, ¿verdad?
La razón, como indica Niño Becerra, es que: “Desde el final de la II Guerra Mundial, los gobiernos nacionales, en combinación con las autoridades locales, se preocuparon de ir creando un parque de vivienda pública de alquiler”. Añade que el cinturón que rodea a Viena “probablemente sea la zona donde mejor ha funcionado esta planificación”.
La solución de Santiago Niño Becerra
A la exposición de los problemas se le une la de posibles soluciones. Según el experto, la pelota está en el tejado del Estado, que “debe construir un parque suficiente de pisos, administrarlo y levantar todas las limitaciones y prohibiciones”.
Para añadir información sobre esta solución, pone el ejemplo específico de Viena, donde “se están ofreciendo viviendas lujosas a alquileres elevadísimos, pero a la vez existen viviendas sociales para todos los que lo necesitan”.
Por otro lado, lamenta que, en muchas ciudades, el problema “ya no tiene solución”. La razón es que “no existen los fondos necesarios” para solucionar “la falta de vivienda”. Esto hace que se entre en “una dinámica de parches legales que no van a resolver nada”.