Ser celoso no es una característica deseable para nadie. Sin embargo, todos hemos experimentado celos alguna vez en la vida. Diferenciar entre la celotipia y lo que puede ser una reacción natural humana es algo importante para saber cómo controlar estas reacciones y poder superarlas.
En este artículo te explicamos qué son los celos y cuáles son los rasgos de personalidad de las personas celosas. Además también hablamos sobre qué son los celos patológicos y tratamos algunos consejos sobre cómo dejar de ser celoso y manejar estos incómodos sentimientos.
¿Qué son los celos?
Biológicamente, celos son un tipo de respuesta emocional. Ésta surge cuando la persona percibe una amenaza directa hacia algo que ella considera como suyo.
En la pareja, los celos son respuestas naturales que sentimos ante la posibilidad de perder una relación interpersonal emocionalmente importante o algo que consideramos nuestro y que están presentes en la mayoría de las personas, ya sea en menor o mayor grado.
Estas respuestas implican reacciones afectivas y emocionales muy complejas. En la mayoría de los casos hacen referencia a emociones muy básicas tales como el miedo, el enfado y la tristeza, aunque también se relacionan con el egoísmo.
Esto genera un sentimiento negativo de vulnerabilidad en la persona celosa. Si estas emociones y pensamientos no son identificados ni gestionados por la persona puede provocar que ésta ejerza una especie de control sobre la pareja que puede llegar a ser realmente perjudicial para la otra persona.
Relación con la monogamia
El psicólogo cognitivo Albert Ellis (1993) afirmó que los celos son emociones normalmente experimentadas por personas que tienen filosofías monógamas y románticas del amor. Asimismo relaciona los celos con ideas de posesión sobre la otra persona.Podríamos deducir entonces, que los celos realmente presentan una característica cultural y que se fundamenta en gran parte a ideas y normas culturales.
6 rasgos de personalidad de las personas celosas
A continuación, se muestran algunos de los rasgos de personalidad que definen a una persona celosa. Existen muchas más relacionadas pero las siguientes podrían ser algunas de las consideradas más recurrentes.
1. Inseguridad y falta de autoestima
Son personas que normalmente presentan un apego inseguro con las relaciones interpersonales. Se sienten menos que los demás y muestran esta inseguridad en la otra persona.
2. Falta de asertividad
La incapacidad de gestionar sus emociones y pensamientos negativos les hace incapaces de actuar de una forma asertiva con la otra persona y acaban comportándose de forma agresiva y controladora con su pareja.
3. Hipervigilancia y distorsiones cognitivas
Piensan constantemente que cualquier comportamiento que hace la otra persona lo hace con una doble intención y experimentan situaciones socialmente normales como amenazantes.
4. Lo de muestran de forma pasiva
Los celos no siempre tienen por qué mostrarse de forma directa, sobre todo al principio de la relación. En algunas ocasiones la persona puede expresar mediante su comportamiento no verbal en forma de miradas, expresión corporal o incluso comentarios a priori inofensivos pero con una intencionalidad secundaria.
5. Tienen comportamientos agresivos
Suelen reprochar constantemente las acciones de la otra persona, le controlan constantemente el teléfono o sus redes sociales. Asimismo pueden humillar a la otra persona delante de otros, incluso llegar a la violencia física y verbal.
6. Presentan inestabilidad emocional
Esta reacción es causada por la combinación de emociones que sienten a la vez. Creen que quieren a su pareja y sienten amor hacia ella pero a la vez sienten rabia u odio por que piensan que les están engañando.
Celopatía (celos patológicos)
Los celos patológicos u obsesivos se caracterizan según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) como una preocupación acerca la infidelidad de la pareja. Pueden considerarse como una alteración afectiva-emocional anormal.
Ésta puede derivar de comportamientos o pensamientos recurrentes que al fin y al cabo vienen dados por esta preocupación. Asimismo la persona celotípica presenta ciertas características como:
Falta de un desencadenante real (no hay motivos justificados)
Estado permanente de hipervigilancia
Necesidad de control sobre la otra persona
Sensación de falta de control por la persona celosa
Un punto importante sobre la celopatía o celos patológicos es que realmente causan un malestar importante en la persona; afectando a varias áreas de funcionamiento de su vida diaria.
La celopatía o celotipia puede llevar a la persona incluso a hacer acciones indeseadas para el otro y en muchos casos puede relacionarse con un trastorno psicológico subyacente como el alcoholismo.
En estos casos es muy importante reconocer esta situación y ser consciente de ello para poder aprender a gestionarlo. La terapia psicológica o psicofarmacológica -en los casos de delirios- puede ser la mejor manera de abordarlo.
Diferencia con los celos no patológicos
Es importante diferenciar entre los celos patológicos y los considerados como "normales". En relación a esto último, se definen como una reacción emocional de miedo puntual y transitoria que podemos experimentar ante una situación de vulnerabilidad emocional o ante un miedo de que la otra persona nos abandone.
El hecho de que sea puntual y transitorio ya nos indica una distinción importante con la celopatía. Aunque no tienen porqué cumplirse todas las siguientes características, una persona celosa podría cumplir algunas de ellas.
Asimismo los celos patológicos es que realmente causan un malestar importante en la persona; afectando a varias áreas de funcionamiento de su vida diaria.
¿Cómo superar los celos?
Tal y como se ha comentado antes, los celos son respuestas aparentemente normales cuando se producen de forma puntual y transitoria y no causan un daño secundario a la otra persona.
Cuando se vuelven excesivo es importante ver el problema porque seguramente puede que la persona experimente emociones y reacciones subyacentes que pueden ser manejadas acudiendo a un profesional cualificado.
No obstante, si crees que no cumplen estas características, existen algunos ejercicios que pueden ayudarte a ser menos celoso o celosa si los realizas de forma consciente y constante.
1. Identifica lo que estás sintiendo
Ponle nombre a los pensamientos que te están causando malestar y angustia. ¿Es algo justificado o solo son conjeturas? ¿Es una reacción puntual o algo que te persigue de forma recurrente?
Saber a lo que te estás enfrentando te ayudará a conocer la naturaleza del problema y a analizar qué soluciones puedes puedes poner en marcha.
2. Piensa en estrategias que puedes aplicar
Medita si en alguna ocasión te has sentido de forma parecida y cómo actuaste. Si te funcionó bien puede ayudarte a reaccionar de la misma manera y más si fue algo con lo que sentiste cómodo.
Si no es el caso, puedes apuntar en un papel o mentalmente soluciones alternativas que podrían servirte en el momento y aplicarlas cuando la situación vuelva a repetirse de nuevo.
3. Trabaja tus pensamientos antes de expresarlos
La impulsividad es un enemigo de los celos y en la mayoría de casos puede jugar en tu contra. Aprende a respirar y pensar antes de expresar tu enfado.
Si analizas la situación de forma calmada es más fácil saber qué sientes y por qué lo sientes para después poder explicarlo a la otra persona asertivamente.
4. Haz un trabajo de empatía
La empatía es un recurso que debes utilizar contigo mismo y con la otra persona. Culparte no va ayudar a solucionar las cosas pero responsabilizarse de ellas sí puede empezar a cambiarlas.
Del mismo modo, piensa en cómo te sentirías tú si te pusieran en la misma tesitura, recoge esa emoción y canalizala para que te sirva de ayuda a la hora de decidirte a cambiar todos estos pensamientos y conductas.
5. Si sientes que no puedes hacerlo solo, pide ayuda
El manejo de los celos no es algo fácil. Es necesario insistir que saber reconocer cuando no podemos solucionar por nosotros mismos un problema debemos saber pedir ayuda, ya no solo por la otra persona sino más por nuestra salud mental y emocional.
Referencias bibliográficas:
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