El horario de los trabajadores españoles podría sufrir una variación. Recientemente se proponía una medida con intención de reducir la jornada laboral.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, había planteado que las 40 horas semanales se fueran reduciendo paulatinamente. En 2026 se preveía un recorte de dos horas y media, hasta las 37,5 horas, para alcanzar las 32 semanales en 2032.
Esta medida se contemplaba dentro del Estudio de fundamentación para la Ley de Usos del Tiempo, que era el gran proyecto de Díaz. Sin embargo, parece ser que su planteamiento no ha tenido mucha aceptación dentro el Gobierno, que ha optado por guardarlo en un cajón.
En este informe tomaron parte más de 60 expertos de diferentes áreas. Una de ellas es la profesora titular de Derecho Laboral de Esade Anna Ginès. Explica que "proponemos rebajar la jornada a 37,5 horas en 2026 y a 32 horas en 2032".
Este cambio se haría de manera progresiva según "los distintos sectores". Para facilitar su implantación se ofrecerían "incentivos", subrayó. De esta forma se alineará la jornada con "una tendencia que están siguiendo muchos países y muchas empresas con la jornada que ya existe en la administración pública".
Apuesta por la flexibilidad horaria
La vicepresidenta segunda del Gobierno siempre ha defendido la necesidad de apostar por la flexibilidad en el trabajo. Busca que sean los empleos los que se adapten a los profesionales, y no al revés.
Durante la presentación del estudio indicó que "ha llegado el momento de abordar la Ley de Usos del Tiempo". En su opinión cree que se precisa de una "nueva normativa del tiempo de trabajo, pero también de los usos del tiempo". Y no únicamente "para cuidar, sino también para poder desarrollar los proyectos de vida con libertad, de tiempo para vivir, pensar, aburrirnos...".
En ese informe también se recoge la necesidad de limitar las horas extraordinarias. El tope quedaría fijado en las 80 horas anuales, con un recargo del 25% del precio de la hora ordinaria. La prestación de este tipo de servicios requerirá una notificación con al menos 24 horas de antelación.
Otra medida propuesta hace referencia a la compactación de la jornada. Las jornadas partidas únicamente deberían tener una sola interrupción, que como máximo sería de una hora. Esto permitiría adelantar la hora de salida y así obtener unos "horarios más razonables y saludables".
En este sentido, los responsables del análisis le encuentran un impedimento a esto. Puede acarrear un contratiempo a algunas familias, sobre todo a las que tengan "hijos que van a comer a casa entre semana".
Soluciones pensando en el bienestar del empleado
Los expertos plantean, además, un profundo cambio en cuanto a las excedencias laborales. Contemplan la posibilidad de que los trabajadores tengan una excedencia por formación de uno o dos años. También hacen mención a la creación de bolsas de horas y a la ampliación de los permisos retribuidos.
Yolanda Díaz señaló que "la falta de tiempo no puede ser una fatalidad", publica el portal Economía Digital. Sostiene que "el estado de alerta permanente de las personas trabajadoras tiene que ver con una forma de organización del trabajo que es ineficaz".
La creación del Ministerio del Tiempo
Una de las medidas que se barajan por parte de la ministra de Trabajo es la puesta en marcha de un Ministerio del Tiempo. En el citado informe también profundizan en la necesidad de tomar medidas de racionalización de los horarios.
Entre otras cosas adelantarían el horario de cierre de los comercios y el 'prime time' de la televisión. También fijarían a una hora más temprana los actos públicos y las ruedas de prensa. De esta manera se garantizaría que la gente se fuera para la cama antes. A ello se le sumaría una mejora de los servicios de transporte público y potenciar el teletrabajo.