Los cajeros de los bancos sufrirán un importante cambio. Dejarán de ser tal y como los conocíamos hasta ahora. Sin embargo, las novedades que se introduzcan están pensadas para facilitarle los trámites a un mayor número de usuarios.
Esta decisión se produce a raíz de un proyecto de Ley en Materia de Requisitos de Accesibilidad de Determinados Productos y Servicios. Se aprobó por el Consejo de Ministros y durante los próximos años se llevará a cabo esta transformación, publica Ok Diario.
El objetivo de esta medida consiste en hacer más accesibles estos espacios, pensando sobre todo en las personas con discapacidad. Afectará tanto a los cajeros automáticos como a los terminales de autoservicio.
Estos son los cambios que llegarán a los cajeros
La Directiva (UE) 2019/882 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de abril de 2019, impone una serie de condiciones. Deberán aplicar dichas modificaciones los distintos miembros de la UE en diferentes productos y servicios.
Entre los planteamientos presentados se encuentra la protección del derecho de las personas con discapacidad. Deben acceder a todos los bienes y servicios existentes en el mercado con las mismas condiciones que el resto. Cuando entre en vigor dicha norma, los cajeros deberán sufrir una profunda renovación para hacerse totalmente accesibles.
Esto se realiza sobre todo pensando en la gente con problemas de visión, audición o con dificultades para caminar. En el caso de estos últimos, les resulta muy complicado alcanzar los cajeros, sobre todo para aquellos que se mueven en silla de ruedas. Están a un gran altura para operar en ellos.
Los cajeros se cambiarán de forma progresiva
La citada ley empezará a funcionar a partir del 28 de junio de 2015 para los nuevos productos y servicios, señala Cinco Días. Sin embargo, para los bienes y servicios cuyos contratados ya estuvieran vigentes antes, la entrada en vigor de esta media se atrasa. En concreto hasta el 29 de junio de 2030.
En lo que se refiere a los terminales instalados con anterioridad al 28 de junio de 2025, su funcionamiento seguirá siendo el mismo. Se mantendrán hasta que finalice su vida útil. Explican que en ningún momento podrán seguir operativos más de diez años desde su colocación.
Otros servicios que tendrán que adaptarse a la legislación
Con todo esto se pretende que las personas, al margen de la discapacidad, puedan tener acceso a todos los servicios en igualdad de condiciones. Pero las novedades que se introduzcan en la normativa no solo afectarán a los cajeros y terminales automáticos.
También deberán ser accesibles los libros electrónicos, los servicios de comercio electrónico y los servicios de transporte y sus terminales. A esto también se le debe unir la petición que realizan las autoridades. Reclaman que el teléfono de emergencias, el 112, esté adaptado para todo tipo de usuarios, algo que no sucede en la actualidad.
En este caso, se piensa sobre todo en aquellas personas con problemas auditivos. Hoy en día les resulta bastante complejo hacer uso de esta línea.
Las decisiones que se vayan a aplicar durante la próxima década están pensadas para facilitarle la vida a los ciudadanos. No hay que olvidar que la población española cada vez es más envejecida y hay que tratar de adaptarse a sus necesidades.
"El aumento de la esperanza de vida en la sociedad está llevando a un proceso de envejecimiento de la población. Hace prever un importante incremento del número de personas con discapacidad en los próximos años". Así lo admiten desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Esgrimen que la edad resulta un factor esencial "que lleva a esta situación". Por lo tanto, se tratará de un proceso que se acometerá de manera progresiva.