Las personas a las que se les reconozca una discapacidad igual o superior al 33% podrán disfrutar de una serie de ventajas. Los beneficios serán sobre todo desde el punto de vista laboral, social y fiscal.
Hace apenas unas semanas se aprobaba en el Congreso el Proyecto de Ley de Empleo. En él se incluían unas cuantas novedades. Entre ellas el reconocimiento automático de una discapacidad del 33% a los que se les concediera una pensión de incapacidad permanente total, recoge Tododisca.
Se trataba de una propuesta planteada por PSOE, Unidas Podemos y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). Esta medida permitirá que las personas con incapacidad permanente disfruten de una mayor cantidad de beneficios laborales.
Este colectivo, debido a su condición, presenta una serie de limitaciones para desempeñar ciertas tareas en su puesto de trabajo. La enmienda presentada por los partidos citados anteriormente modifica el artículo 35 de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad.
En dicho texto se aclara quiénes adquirirán "la consideración de personas con discapacidad". Entre ellos los pensionistas de la Seguridad Social que tengan reconocida una pensión de incapacidad permanente. Ya fuera en grado de total, absoluta o gran invalidez.
También se aplicará esta condición sobre los "pensionistas de clases pasivas que tengan una pensión de jubilación por incapacidad permanente para el servicio o inutilidad". Dicho planteamiento se había suprimido hace cinco años. Pero este reconocimiento de discapacidad supone un incentivo para numerosos pensionistas a la hora de acceder al mercado de trabajo.
¿Qué ventajas tendrá el reconocimiento de la incapacidad permanente?
Serán muchas las personas que de manera automática pasen a disponer de un grado de discapacidad del 33% con este planteamiento. Esa asimilación del grado de discapacidad con la incapacidad permanente únicamente se llevará a cabo para cuestiones laborales.
Para poder beneficiarse de las ventajas fiscales y sociales habrá que disponer de un certificado. Lo suelen conceder los servicios sociales de la comunidad que corresponda.
Contar con un 33% de discapacidad permitirá que el beneficiario al hacer la Declaración disfrute de una serie de privilegios. El mínimo personal y familiar exento de declarar el IRPF se incrementa 3.000 euros. Además, el importe mínimo que percibirá un pensionista con dicho grado llegará este año a los 8.550 euros.
Pero las ventajas van más allá. Dispondrán de descuentos en el IVA a la hora de hacerse con un vehículo. También quedará exento de abonar el impuesto de matriculación y el impuesto de circulación del coche.
Las administraciones locales y regionales también suelen ofrecer una serie de ayudas a estos colectivos. Por ejemplo a la hora de utilizar el transporte público o al acudir a actos relacionados con la cultura y el ocio.
La principal ventaja se encuentra en el mundo laboral
Al margen de todas estas ventajas que tienen las personas con una discapacidad del 33% o más, quizás la más importante se encuentre enfocada en el ámbito laboral. El bufete de abogados Campmany Abogados recuerda en qué pueden beneficiarse en este sentido.
Los que tengan una "discapacidad reconocida cuentan con un número de plazas reservadas de empleo público. Y también en empresas privadas". De hecho, algunas compañías solicitan en sus ofertas de trabajo personas con discapacidad.
Sobre todo por las ayudas que pueden tener y que pagarán menos impuestos por este tipo de profesionales. Además, recuerdan que al menos "el 7% de la oferta de empleo público debe estar destinada a personas con discapacidad"
Por su parte, en aquellas empresas con más de 50 trabajadores, como mínimo el 2% de la plantilla debe de contar con una incapacidad. Por lo que supone un gran avance para este colectivo.