Las empresas se las tienen que ingeniar para captar nuevos clientes. Y las compañías del sector bancario no van a ser menos. Recientemente acaban de recibir un tirón de orejas por las condiciones que imponen en sus campañas de promoción.
Con bastante frecuencia, los bancos suelen ofertar descuentos, regalos y unas cláusulas muy ventajosas en sus productos. Por medio de estos métodos consiguen captar la atención de nuevos usuarios.
Cada vez resulta más frecuente que garanticen un dinero por la apertura de una cuenta y la domiciliación de la nómina. También son muy dados a devolver un porcentaje de las compras que se realicen con las tarjetas de crédito. Al fin y al cabo, se trata de buscar alguna justificación para que se cambien de compañía.
Advertencia del Banco de España sobre la publicidad
Los clientes, antes de elegir un banco, suelen estudiar las distintas condiciones que le ofrecen las entidades financieras. Se trata de decantarse por aquella opción que mejor se ajuste a nuestras necesidades. No solo hay que buscar la propuesta que nos garantice las mayores rentabilidades.
También resulta imprescindible que nos den un trato adecuado y que haya un cierto grado de complicidad con ellos. Que sean resolutivos y capaces de resolvernos cualquier problema que se pueda tener. Eso es algo que valoraremos mucho cuando tengamos que enfrentarnos a algún contratiempo.
El Banco de España ha querido pronunciarse también sobre las campañas que ponen en práctica estas entidades. Indican que "la información transmitida en los mensajes publicitarios suele tener un gran impacto en las expectativas del cliente". Pero también influye en el "consiguiente proceso de toma de decisiones".
Inciden en que la publicidad que ofrecen sobre los productos y servicios resulta de mucha utilidad para los ciudadanos. De esta manera tendrán la posibilidad de escoger la opción que mejor se ajuste a lo que ellos demanden en cada instante.
La institución que lidera Pablo Hernández de Cos se encarga de supervisar todas las promociones que ponen en marcha los bancos. Principalmente para que los usuarios obtengan una información "clara, suficiente, objetiva y no engañosa", publica Economía Digital. Ellos tendrán la última palabra sobre cualquier campaña que se saque el mercado con el fin de proteger los intereses del consumidor.
Entre otras cuestiones se ocupan de asegurar que la publicidad se ajuste a las exigencias regulatorias y a los criterios del supervisor bancario. En el caso de que alguna no les convenza, siempre tendrán la potestad de imponer el cese o rectificación de la misma, además de sancionar.
Cómo no caer en la trampa de la publicidad engañosa
Señalan que para no ser víctima de la publicidad engañosa de un banco es muy importante ser "precavido". Esto nos llevará a revisar con detenimiento la letra pequeña de la publicidad. Es posible que una vez firmado el contrato nos enteremos de algunas condiciones que puedan ser perjudiciales para nuestros intereses.
La institución financiera explica que en primer lugar hay que informarse sobre las características esenciales del producto a contratar. Sobre todo en el importe, tipo de interés, plazos, comisiones y posibles gastos vinculados.
Pero insisten sobre todo en la necesidad de reparar en el TAE. Se trata de un indicador que puede ser utilizado por los usuarios para comparar con otras ofertas. Además, debe aparecer destacado en las promociones.
A todo ello se le deben sumar las condiciones especiales que puede exigir la entidad bancaria para hacerse con un producto. Por lo general solicitan que se trate de un cliente nuevo, que tenga una edad determinada o aporte una cantidad concreta de capital. Tampoco hay que pasar por alto si nos obligarán a contratar otros productos para beneficiarse de las condiciones que promocionan en sus campañas.