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Cielo azul con estelas de condensación que dejan los aviones

La AEMET reacciona por primera vez a las quejas por los 'aviones que fumigan el cielo'

Durante los últimos meses se ha especulado mucho con la posibilidad de que condicionaran el tiempo

Desde hace tiempo se viene especulando mucho con el significado de las estelas que dejan los aviones en el cielo. Una de las teorías que ha sonado con más fuerza es que el Gobierno estaría detrás de eso. A través del rociado de productos químicos conseguirían manipular el tiempo.

En vista de todo eso, desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se han visto obligados a reaccionar. Después de tantos comentarios han tratado de aportar algo de claridad en este asunto.

Hay que decir que esa teoría conspiranoica ha cobrado cierta relevancia recientemente debido a la falta de lluvia y la sequía. Sobre todo en algunas regiones de España. Pero cuando se detecte la estela de un avión en el cielo no implicará que haya un fumigado o un control del clima.

Es ahí cuando sale a relucir un término que ha adquirido una cierta relevancia, como es el de 'chemtrails'. Se refiere a las estelas de condensación que se producen por la interacción de los gases que emiten los aviones con los de la atmósfera.

Pueden evaporarse casi al instante o incluso aumentar. Aunque eso dependerá en gran medida de las temperaturas y de los niveles de humedad en el ambiente. Cuando se traten de estelas persistentes llegan a crear hielo de únicamente una pequeña porción del agua del motor.

Avión Airbus A350 de la compañía Iberia volando
Hay muchas teorías por los rastros que dejan los aviones en el cielo | Iberia

Las explicaciones de los expertos de la AEMET

Desde la AEMET indican que dichos rastros que dejan los aviones se conocen como "nubes de hielo". Así aparece recogido en el boletín de la Sociedad Meteorológica Americana de 1953.

Niegan cualquier teoría conspiratoria. En realidad "no hay evidencia científica que pueda respaldar esta creencia. Y deja claro en todo momento que las estelas producidas por los aviones al pasar son completamente naturales".

Pese a las explicaciones dadas por este organismo, todavía sigue habiendo corrientes que siguen sin aceptar esta versión. Sospechan que detrás de todo eso se encuentra el Gobierno, que se ocupa de formar de "manera artificial las chemtrails". Entienden que puede ser una herramienta para manipular a la población psicológicamente o para controlar a la gente, recogen varios medios.

El tema se puso sobre la mesa en el Congreso

A simple vista puede parecer un asunto sin demasiada importancia. Pero más de uno podría sorprenderse si supiera que esta cuestión incluso llegó a plantearse en el Congreso de los Diputados

El diputado Pablo Cambronero registró una pregunta en la Cámara Baja para conocer si el Ejecutivo estaba detrás de eso. Su interés residía en saber si trataban de manipular la situación meteorológica por medio del rociado de productos químicos.

Un avión de Ryanair sobrevolando un aeropuerto
La AEMET confirma que se trata de un fenómeno totalmente natural | Europa Press

Desde la Agencia Estatal de Meteorología insisten en que no hay evidencias científicas que respalden dicha teoría. Subrayan que esos fenómenos se producen de manera totalmente natural. Al fin y al cabo "son nubes lineales producidas por el escape del motor de un avión".

También pueden obedecer a "cambios en la presión del aire. Por lo general a altitudes de crucero de varios kilómetros sobre la superficie de la Tierra".

Teorías e informaciones falsas que resultan complicadas de confirmar

Mucha gente seguirá sin creerse las explicaciones de la AEMET en este sentido. Seguirán empeñados en que detrás de esa estela que dejan los aviones se esconde algo más que una simple nube de hielo.

Es bastante habitual que se generen noticias falsas y teorías conspirativas en torno a informaciones de este tipo. Durante los últimos años ya se ha puesto en duda, por ejemplo, la llegada del hombre a la Luna o los atentados del 11-S.

Pero como es lógico, detrás de esas especulaciones se esconden corrientes interesadas. En ningún momento han sido capaces de confirmar ni probar sus argumentos.