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Plano de plumones apilados y una pluma de color azul

Las 5 claves para cuidar el plumón y que te dure como nuevo durante años

Con estos consejos tu edredón de plumas durará décadas y podrás ahorrarte algo de dinero

Tener un edredón de plumas o plumón en casa siempre es garantía de éxito. Son muchas las ventajas de este elemento, entre las que destaca su gran durabilidad, algo que puede aumentar con un correcto cuidado del mismo.

De hecho, ofreciéndole los cuidados precisos, este tipo de edredón puede llegar a durar décadas, por lo que también es un sinónimo de ahorro. Asimismo, estos cuidados son muy fáciles de llevar a cabo de forma casera.

A la hora de proporcionarle los cuidados necesarios, es preciso tener en cuenta algunas apreciaciones que te ayudarán. Cuando las conozcas, conseguirás que tu edredón te acompañe durante muchos años.

Ten en cuenta estas 5 claves para cuidar tu edredón de plumas

Tanto si tienes un edredón de plumas ya en casa, como si estás pensando en invertir en un plumón de calidad, te dejamos las cinco claves que debes tener en cuenta para mantenerlo siempre en perfecto estado. Verás que son mucho más sencillas de lo que piensas.

Colchas y almohadas de color blanco
Airea y sacude tu edredón cuando te levantes por la mañana | Getty Images

1. Airea tu plumón cuando sea necesario

En primer lugar, si quieres que tu plumón te dure mucho tiempo, el primer gesto que debes llevar a cabo es el de airearlo. A pesar de que es un elemento pensado para el invierno, esto no quiere decir que en esta época no sudemos por la noche.

Cuando esto sucede, se puede traspasar la humedad al edredón. Por ello, es necesario airearlo bien para dejar que se seque. Cuando evitas que la humedad se acumule estás protegiendo las plumas y deshaciéndote del mal olor. Es decir, no tendrás que lavarlo tan a menudo.

2. Haz uso de una funda nórdica para cubrirlo

Si quieres alargar la vida útil de tu edredón, una buena forma de hacerlo es protegiéndolo a través de una funda nórdica. Además, así podrás darle un toque extra a la decoración de tu cama y de tu hogar.

Lo mejor de usar una funda es que esta sí la podrás lavar con mayor asiduidad. Por ejemplo, una vez a la semana. Sin embargo, el relleno del edredón estará siempre limpio. Evitar lavarlo lo máximo posible hará que se mantenga en buen estado durante mucho más tiempo.

Primer plano de una funda nórdica de color gris
Una funda nórdica es una opción de lo más interesante para preservar su duración | Getty Images

3. Sacude tu edredón cuando hagas la cama

Otro gesto sencillo que ayudará a marcar la diferencia será el de sacudir el plumón cada vez que hagas la cama por la mañana. No es necesario que le dediques mucho tiempo, pero sí deberías hacerlo diariamente.

De esta forma, estarás ayudando a que se oxigene el interior y lograrás que las plumas queden bien separadas y ahuecadas. En otras palabras, conseguirás ese aspecto confortable y mullido que siempre se busca en un edredón de este estilo.

4. Lava el plumón las veces necesarias

A pesar de lo que puedas pensar, no debes excederte en el lavado de tu edredón de plumas. Para que te hagas una ideal, lo ideal es que lo hagas una vez cada temporada y no más. De hecho, si sigues los cuidados que te proponemos, no será necesario.

Si quieres lavarlo, puedes hacerlo una vez finalizado el último uso. De este modo, cada vez que llegue el invierno podrás hacer uso de un plumón que ha estado limpio durante algunos meses.

Cuando tengas que lavarlo, además de poner en práctica los consejos necesarios para que no se desgaste, es bueno que lo hagas en estaciones cálidas, como la primavera. Así tardará menos tiempo en secarse.

5. Protégelo con el cambio de estación

Por último, cuando tengas que cambiar tu plumón, lo mejor es guardarlo en su envoltorio original. En el caso de que no lo tengas a mano, puedes hacerte con una funda similar donde te asegures de que aguante hasta el próximo invierno.

De esta forma, lo estarás protegiendo de elementos externos, como el polvo o los ácaros, y evitarás que se manche. Además, antes de guardarlo, airéalo y comprueba que no tiene humedad. Si esto sucede, aparecerán las molestas manchas amarillas o incluso moho.