Mientras que el consumo de la vitamina K puede comportar grandes beneficios, su deficiencia de forma prolongada incluye síntomas tales como fracturas, problemas intestinales y la enfermedad hemorrágica del recién nacido.
Debido a su gran importancia para la coagulación de la sangre y el desarrollo de tejidos corporales, en este artículo vamos a explicar qué es la vitamina K, cuáles son sus funciones y usos y 4 alimentos ricos en este nutriente.
¿Qué es la vitamina K?
La vitamina K es una de las 4 vitaminas liposolubles (o solubles en grasa) necesarias para el organismo. Junto a ella, también se encuentran las vitaminas A, D y E. La función principal de esta vitamina es ayudar en el proceso de coagulación de la sangre; por ello, la vitamina K es conocida como un factor antihemorrágico y su nombre viene del término alemán Koagulation.
La vitamina K también también juega un papel muy importante ayudando al desarrollo apropiado de los huesos y a prevenir la osteoporosis. Esta vitamina es producida por nuestro cuerpo mediante una serie de bacterias del tracto intestinal y también la podemos ingerir mediante diferentes tipos de alimentos (sobre todo de origen vegetal).
Existen varias formas o tipos de vitamina K: la vitamina K1 o filoquinona (también conocida como phytonadione); la vitamina K2 o menaquinona; y la vitamina K3 o menadiona (una forma sintética de la vitamina K).
Usos, funciones y aplicaciones
El uso más común de la vitamina K es la suplementación a los bebés al nacer, para evitar la enfermedad hemorrágica del recién nacido. Sin embargo, otros usos de la vitamina K la incluye como suplemento para contrarrestar los efectos de la warfarina, un antagonista de la vitamina K; para el tratamiento del sangrado de esófago y otras complicaciones de la cirrosis; así como para tratar lo síntomas de las náuseas en el embarazo (que suele tomarse junto con la vitamina C).
De la misma manera, las formulaciones tópicas de vitamina K también se utilizan para reducir las arañas vasculares o varices. No obstante, su eficacia es bastante cuestionable por las últimas investigaciones. Lo que sí se ha probado como efectivo, es el uso de la vitamina K de forma tópica para minimizar los hematomas postoperatorios.
Finalmente, también se ha estudiado la relación entre la vitamina K y el cáncer. Recientes estudios están especulando sobre la posible utilidad de la vitamina K como tratamiento adyuvante en el cáncer de ovario.
Consecuencias del déficit de este nutriente
La deficiencia de vitamina K es especialmente preocupante en los recién nacidos, que suelen nacer con niveles muy bajos de esta vitamina. Los bebés afectados con la enfermedad hemorrágica del recién nacido tienden a presentar un sangrado prolongado y excesivo, que en los casos más graves puede llegar a producirse una hemorragia cerebral.
Asimismo, los niveles crónicamente bajos de vitamina K se relacionan con un mayor riesgo a sufrir fracturas de cadera en personas mayores. Las personas con alcoholismo y enfermedades del tracto gastrointestinal también suelen presentar una deficiencia de esta vitamina. También se asocia a una debilidad ósea, caries dentales y se relaciona con enfermedades cardíacas.
4 alimentos ricos en vitamina K
Las verduras de hoja verde (de color oscuro) son consideradas unas de las mejores fuentes de vitamina K y especialmente, en vitamina K1 o filoquinona. El hígado de vaca, la coliflor, lo huevos y las fresas también son alimentos que contienen altas cantidades de vitamina K.
En general, la vitamina K no se incluye como suplemento multivitamínico diario ya que su deficiencia suele ser muy rara. Es por eso, que los suplementos suelen administrarse mediante la metadona que es la forma más efectiva y con menor riesgo de toxicidad. Aún así, la mejor forma de obtener esta vitamina es mediante el consumo de alimentos que la contengan.
A continuación hablaremos de las propiedades de 4 alimentos conocidos por sus altos niveles de vitamina K: las verduras de hoja verde oscura, el hígado de vaca, la coliflor y los espárragos.
1. Verduras de hoja verde oscura
Las espinaca, las acelgas o el grelo forman parte de este tipo de verduras. Su aporte de vitamina K es muy elevado y pueden realizarse recetas de diferente estilo (crudas, hervidas, en acompañamiento, etc.). Este tipo de verduras también son una gran fuerte de otras vitaminas como la A y la E; así como de antioxidantes y otros tipos de nutrientes.
2. Hígado de vaca
La carne de hígado es considerada casquería, y en concreto, una de las más consumidas y nutritivas. Aún así, es considerado un alimento con alto contenido en colesterol y no se recomienda en personas que padecen obesidad, triglicéridos altos o con un colesterol alto.
100 gramos de hígado de vaca contienen un 44% de vitamina K; así como otras vitaminas liposolubles (A, D, E), hierro, zinc y vitaminas B1, B12, B2, B3, B6 y B9.
3. Coliflor
La coliflor presenta altas cantidades de vitamina K. En concreto, 100 gramos de esta verdura está formada por un 76% de vitamina K. Además, la coliflor presenta un valor recomendado de vitamina C, proteínas, magnesio, fósforo y vitaminas B. Es considerado un alimento hipocalórico y multi nutritivo, que se recomienda en aquellas personas que toman medicamentos anticoagulantes como el Sintrom.
4. Espárragos
Este rico vegetal tiene altas cantidades de vitamina A, B, C y K (53% en 100 gramos); ácido fólico y glutatión. Es una comida baja en calorías y rico en fibra, calcio, magnesio y sodio. Aún así, este alimento tiene una temporada muy corta (inicio de primavera) y el resto del año se importan de otros países.