Coronavirus, gripe A, ébola... En los últimos años las sociedades occidentales se han visto alarmadas por la entrada de nuevos y agresivos virus que mutan y se contagian rápidamente. Pero, ¿sabes cuáles son los virus más letales del mundo, dónde se encuentran, cómo actúan y cómo se pueden curar?
Te contamos todo lo que tienes que saber de las peores epidemias y los virus más letales del mundo, en qué consisten y cómo se propagan.
Qué es un virus y cómo actúa
Un virus es un organismo vivo infeccioso compuesto de un pequeño genoma de ADN cubierto de una capa proteica. La forma de sobrevivir de estos pequeños seres es entrar en la célula huésped de un organismo mayor, robar sus enzimas y reproducirse produciendo copias de sí mismo. Así es cómo enferman los cuerpos de plantas, animales y personas.
Te sorprenderá saber que los virus son la forma biológica más extendida del planeta, con más de 5 mil especies. Además, tienen una gran capacidad de mutación y aunque algunos de ellos desaparecen, aparecen siempre nuevas especies.
Para que el virus pueda infectar un organismo sano necesita penetrar la barrera inmunológica, y por eso son más agresivos en periodos invernales, cuando el cuerpo se debilita, o en zonas del mundo donde los seres humanos no pueden alimentarse adecuadamente.
Los virus más peligrosos del mundo
Estamos acostumbrados a ver cada vez con mayor frecuencia la llegada de nuevos virus y su rápida extensión en plagas de contagio que generan alarma. La mayoría de los virus más peligrosos del mundo, sin embargo, están lejos de casa.
10. Coronavirus
Empezamos por el más reciente. El coronavirus o neumonía de Wuhan es un brote de contagio producido en la ciudad de Wuhan, en la China, a finales de diciembre de 2019. En sólo unas semanas ha matado a más de 600 personas y se calcula que más de 30.000 han sido infectadas. Más de 40 millones de personas permanecen en cuarentena.
El origen del virus es por ahora desconocido aunque se especula con que pueda haber venido de un murciélago. Se transmite por las vías aéreas, aunque también se puede contagiar con objetos que hayan estado recientemente en contacto con el enfermo.
Según los organismos de salud tiene una mortalidad del 2,2%, sensiblemente inferior a las epidemias del SARS y el MERS, que mataron cada uno de ellos más de 800 personas. Los síntomas son tos seca, fiebre alta y dificultad para respirar.
9. Gripe aviar
Este virus infecta principalmente a las aves pero puede transmitirse también en el organismo humano y de hecho hubo un brote especialmente agresivo de gripe aviar en 2004 en Asia y en 2006 en África. Como medida preventiva se prohibió la exportación de aves, lo que no evitó que el virus llegara también a Europa y al continente americano.
Hay varios tipos de gripe aviar. La del tipo A se encuentra solamente en organismos animales, mientras que las de tipo B y C infectan también a los seres humanos.
La manifestación de este virus es alarmante porque produce fiebre muy alta acompañada de diarreas, vómito, dolor abdominal, fatiga y tos con expulsión de sangre. La mortalidad es alta, aunque existe un antivírico que limita la replicación del virus y mejora las expectativas de supervivencia.
8. Fiebre hemorrágica
Este virus se descubrió por primera vez en Crimea en 1944, cuando los soldados soviéticos fueron infectados por garrapatas. Pronto de vio que era uno de los virus más letales del mundo porque el periodo de incubación es muy corto, se contagia rápidamente y produce síntomas dolorosos que en muchos casos puede derivar en la muerte.
Los primeros síntomas son fiebre, rigidez, fatiga, dolores de cabeza y mareos. Luego hay náuseas, vómitos y diarreas, y a los 4 o 5 días las taquicardias y el enrojecimiento de la piel dan lugar a hemorragias externas e internas. En los casos más extremos, el paciente entra en coma por fallo hepático o pulmonar, y acaba muriendo.
La tasa de mortalidad de la fiebre hemorrágica es del 30-50%, y aunque el virus está confinado se siguen produciendo casos aislados, el último un hombre de Extremadura que murió en 2018.
7. Dengue
El dengue es una enfermedad infecciosa causada por un virus transmitido por los mosquitos. Es una infección extendida en muchas zonas tropicales que en los últimos años ha pasado también a las zonas urbanas con mucha rapidez. Según las autoridades internacionales, más de la mitad de la población mundial corre el riesgo de ser infectada por el dengue.
Las consecuencias de este virus son muy peligrosas. Empieza con fiebre alta, sudores y mareos, y desarrolla dolor articular, inflamación de los ganglios linfáticos y erupciones en la piel. Sin un control médico adecuado puede afectar varios órganos produciendo vómitos y diarreas que acaban generando un colapso y la muerte del paciente.
Actualmente existen medicamentos y vacunas que pueden frenar los efectos del dengue, aunque la tasa de mortalidad sigue siendo alta en zonas desfavorecidas.
6. VIH
Aunque la aparición de este virus agresivo causó estragos en las sociedades occidentales, los avances en la investigación han conseguido que hoy en día contraer el VIH o virus de inmunodeficiencia humana suponga tener una enfermedad crónica con la que se puede llevar una vida normal.
El VIH es un retrovirus que ataca el sistema inmunológico de la persona portadora causando otras enfermedades e infecciones que pueden causar la muerte del individuo. Este virus se transmite a través de la sangre y fluidos genitales, siendo la forma más habitual de contagio el contacto sexual o a través de la sangre como por ejemplo con jeringuillas.
¿Cuál es la diferencia entre el VIH y el SIDA? Una persona portadora del VIH tiene el virus en el organismo, pero gracias a los medicamentos retrovirales puede controlar su expansión. Cuando el virus se extiende de tal forma que el sistema inmunológico es incapaz de proteger el organismo hablamos de SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida).
5. Influenza o gripe
¿Sabías que hay 650.000 muertes por gripes cada año en el mundo? Mucha gente le quita importancia a la gripe pensando que es como un resfriado, pero además de que se contagia más rápidamente su afección al organismo es más agresiva y en personas vulnerables crea problemas respiratorios que pueden llevar a la muerte.
El virus de la gripe se transmite por vía aérea y tiene una particularidad que lo hace peligroso: el virus muta cada año. Los síntomas son fiebre alta, dolor de garganta, secreción nasal y dolores musculares. Para las personas de riesgo (niños, ancianos y enfermos crónicos) existe una vacuna antigripal preventiva, pero en general no existe tratamiento.
4. Virus del Zika
El Zika es un virus transmitido por la picadura de un mosquito zancudo, pero también puede contagiarse entre seres humanos, a través de contacto sexual o transmitido de la madre al bebé durante la gestación. Han aparecido recientemente brotes de Zika en Estados Unidos, sureste asiático, continente africano y países de Suramérica.
Sus efectos contra el organismo de seres humanos adultos son leves, produciendo los mismos síntomas que una gripe o un resfriado que se cura al cabo de unos días. Sin embargo, lo que causó alarma al propagarse este virus hace unos años es que produce malformaciones en el feto durante la gestación, provocando microcefalia (cabeza pequeña) en el bebé.
3. Virus Hanta
Hantavirus es una infección de tipo viral transmitida por roedores y que causa en el individuo hemorragias hepáticas y renales y un fallo generalizado del sistema respiratorio, con colapso pulmonar y fallo cardiaco. Es uno de los virus más letales en el mundo y tiene una tasa de mortalidad del 30-40% de las personas infectadas. No hay tratamiento.
Este virus se contagia al respirar aire contaminado con heces, orina o saliva de roedores en lugares cerrados, húmedos y sin luz. Produce los mismos síntomas de una gripe y por eso es difícil de detectar en un primer momento. Tras la fiebre, los dolores de cabeza, vómitos y diarrea, la acumulación de fluidos en los pulmones lleva al fallo respiratorio y la muerte.
2. Ébola
El virus del ébola sigue siendo uno de los virus más letales del mundo y una de las principales causas de muerte en el continente africano. La entrada de algunas personas infectadas en España en 2014 hizo saltar todas las alarmas, y aunque la situación quedó bajo control, los protocolos de actuación y las medidas de prevención siguen activos.
El virus se manifiesta en la persona infectada con fiebre, dolor de garganta, dolor muscular y dolor de cabeza, seguido de náuseas, vómitos y diarrea causando hemorrágica y un fallo hepático renal que lleva al estado de coma y a la muerte.
La investigación está muy avanzada pero aún no existe una vacuna 100% efectiva contra el ébola, existiendo solo tratamientos experimentales que no aseguran la salvación. La tasa de mortalidad del ébola sigue siendo muy elevada.
1. Fiebre de Marburgo
La fiebre de Marburgo sigue siendo considerado el virus más letal del mundo. Se descubrió en 1967 en Marburgo (Alemania) y Belgrado (Serbia) por la infección transmitido por unos monos procedentes de Uganda.
El virus que causa esta enfermedad es de la misma familia que el ébola pero es aún más agresivo y tiene una tasa altísima de mortalidad. Al principio hay un malestar general con fuertes dolores de cabeza, y al cabo de 5 a 7 días se producen hemorragias graves que llevan a la muerte en el 80% de los casos.
Actualmente permanece confinado en algunos países del África pero existe una permanente alerta mundial por contagio. El virus se transmite por contacto directo con sangre, líquidos orgánicos y tejidos de personas infectadas.