La viruela del mono, una enfermedad hasta hace algunos días totalmente desconocida, ha llegado a España. Este jueves, 19 de mayo, Madrid tenía confirmados 7 casos e investigaba hasta 22 sospechosos de haberse infectado más. En Estados Unidos (EEUU), Reino Unido y Portugal también se han notificado casos, sin que quede claro qué vínculo común hay entre todos ellos.
Sea como sea, la gran alarma social generada ha llevado al Ministerio de Sanidad a poner en alerta a todas las comunidades. El epidemiólogo Fernando Simón tuvo que salir a lanzar un mensaje de tranquilidad, sin poder descartar del todo que la enfermedad se expanda por España. Por todo ello, es muy importante conocer los síntomas de la enfermedad y cómo se contagia, para extremar las precauciones.
¿Qué es la viruela del mono?
De la misma forma que el virus de la viruela, el de la viruela del mono también pertenece al grupo de los Orthopoxvirus. Es una enfermedad endémica de África Central y Occidental, región en la que se dan numerosos casos. Su característica principal es que afecta principalmente a los animales, si bien tiene la capacidad de saltar de a los seres humanos a través del contacto con los fluidos.
Su presencia fuera del continente africano no es una situación tan extraña como podemos pensar. Ya en 2003 se produjo un brote de esta enfermedad en EEUU, cuando unos perros se contagiaron tras entrar en contacto con unos roedores importados. Posteriormente, saltaron a los humanos, dejando varios infectados.
A pesar de que la transmisión de persona a persona es bastante escasa, esta se da cuando existe un contacto muy estrecho. En este sentido, la saliva e incluso las gotas que expulsamos cuando respiramos podrían ser un canal de transmisión importante.
A pesar de que siempre han existido casos en África, en los últimos años la transmisión se ha disparado. Solo en el año 2016 se registraron más casos que en todas las décadas anteriores. De todas formas, para confirmar el diagnóstico son necesarios métodos de investigación de laboratorio: cultivos, microscopia electrónica, etc.
¿Qué síntomas presenta la viruela del mono?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen dos posibles líneas del virus dependiendo del lugar, una el de la Cuenca del Congo y otra de África Occidental.
En la primera zona la tasa de mortalidad es bastante reducida, ya que apenas llega al 1%. Sin embargo, en la segunda zona esta tasa llega hasta el 10%, siendo los niños y las embarazadas las personas que tienen mayor riesgo de contraerlo y sufrir complicaciones.
Por lo que se refiere a los síntomas, al principio pueden aparecer fiebre, dolor de cabeza, inflamación de nódulos linfáticos y fatiga. Algo también característico del virus es que da lugar a erupciones, generalmente en la cara.
Estas erupciones, que a su vez también pueden extenderse por otras partes del cuerpo, cursan por diferentes fases. En un primer momento, las lesiones que aparecen se pueden confundir con la varicela, pero posteriormente se acaba formando una costra.
Esta enfermedad puede permanecer activa y seguir siendo contagiosa, de modo que ante un caso de contagio se deberían extremar las precauciones en unidades de aislamiento.
¿Existe algún tratamiento para la viruela del mono?
Aunque la ciencia todavía no puede ofrecer un tratamiento comprobado y seguro, existen algunos que sirven de apoyo. Ejemplo de ello son los medicamentos antivirales como el tecovirimat, el cidofovir o el brincidofovir (CMX001).
Este tipo de tratamientos son fármacos antivirales que actúan contra la viruela del mono en los laboratorios y en modelos experimentales. Sin embargo, estos fármacos todavía no han sido estudiados en áreas endémicas.
En su momento, la viruela humana, mucho más grave que la del mono, fue erradicada gracias a las vacunas. Sin embargo, su producción se redujo drásticamente una vez se confirmó que la enfermedad había desaparecido casi al completo. Lo cierto es que, a día de hoy, no hay un tratamiento efectivo específico para la viruela del mono, una enfermedad que en África tiene una letalidad de entre el 4 y el 22%.
Por ello, es muy importante estar alerta a cualquier síntoma que podría encajar con esta enfermedad. En caso de duda, las autoridades piden acudir inmediatamente a un profesional médico, para que realice las pruebas necesarias. Además, extremar las precauciones en el día a día también resultan fundamentales para frenar la expansión de la enfermedad.