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Hombre con una mano en la cabeza con la cara de dolor

Vigila estos 3 síntomas clave: avisan de un posible ictus antes de lo que imaginas

Detectar a tiempo estos síntomas puede evitar secuelas más graves

Tan solo en nuestro país, cerca de 330.000 personas presentan alguna limitación en sus capacidades funcionales a raíz de haber sufrido un ictus. La Sociedad Española de Neurología (SEN) señala que cada año 120.000 personas sufren uno.

De todas ellas, hasta un 50% quedan marcadas con secuelas graves, o incluso, en algunos casos fallecen. Debido a estos datos, es importante conocer los síntomas que pueden alertarnos, ya que en muchos casos, actuar a tiempo puede marcar la diferencia.

Las señales que nuestro cuerpo envía cuando vamos a sufrir un ictus: inminente

A nivel mundial, una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida. Esta patología, de origen cerebrovascular, puede resultar muy grave en algunos casos. De hecho, en España es la primera causa de muerte en mujeres.

Lorena Benavente, neuróloga de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), señala que el ictus es la segunda causa de demencia, solo por detrás del Alzheimer. Sin embargo, conviene destacar los dos grandes tipos de ictus existentes: el isquémico y el hemorrágico.

Un cerebro humano de plástico en las manos de un médico
El ictus es la pérdida del flujo de sangre a una parte del encéfalo, que daña el tejido encefálico | Getty Images

El primero es el más habitual, consiste en la obstrucción de una arteria y puede llegar a representar hasta un 85% de los casos. El segundo es menos habitual, y se da cuando la arteria en lugar de estar obstruida, se rompe.

Las secuelas derivas del ictus pueden llegar a ser muy incapacitantes, provocando parálisis muscular, dificultades de visión, incontinencia total e incluso incapacitación del habla.

Foto de un hombre mayor tocándose la cabeza contrariado
Es la segunda causa de demencia, por detrás del Alzheimer | Getty Images

Ante una posible situación de este tipo, cada minuto cuenta. Es de vital importancia identificar los síntomas y las señales que envía nuestro cuerpo cuando vamos a sufrir uno, ya que ello puede marcar la diferencia.

En aquellos casos donde el tiempo va pasando, la probabilidad de recuperación funcional por el daño sufrido va disminuyendo. Esto, por lo tanto, puede desencadenar en un accidente cerebrovascular con mal pronóstico, según apunta Benavente.

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Los 3 síntomas más comunes de un ictus

Sin embargo, actuar dentro de la primera hora tras su aparición puede ser fundamental. A pesar de que existen varios síntomas que nos pueden alertar, hay tres que jamás deberías ignorar: desviación en la comisura de la boca, asimetría en la movilidad de los miembros y trastorno del lenguaje.

Estos tres síntomas son los más fáciles de ver y los más rápidos de identificar. Además, todos ellos presentan un dato muy importante, y es que están estrechamente correlacionales con la aparición de un ictus.

Mujer mordiéndose el labio
La desviación en la comisura de la boca podría ser una señal de alerta | Getty Images

Es posible que, ante una situación de este tipo, los nervios nos jueguen una mala pasada. Esto puede dificultar la valoración que realicemos, y por lo tanto, sería más difícil determinar si estamos ante un ictus o no. 

No obstante, una vez nos encontramos ante esta tirada de síntomas, es de vital importancia actuar con rapidez: primero identificar de forma precoz los síntomas, y después acudir directamente al hospital.

Otros síntomas y la importancia de actuar dentro la primera hora

Además de los tres síntomas mencionados anteriormente, Sergio Calleja, neurólogo responsables de la Unidad de Ictus del HUCA, señala la importancia de conocer otros.

En muchos casos, las personas que van a sufrir un ictus presentan una pérdida repentina de sensibilidad o fuerza en medio cuerpo, así como una cefalea muy intensa. Estos síntomas pueden estar presentes hasta en un 70% y 80% de los casos.

Por otro lado, aunque de forma menos frecuente y habitual, también es posible que la persona experimente una pérdida del campo visual y/o un desequilibrio muy brusco. En estos casos, también es necesario actuar con rapidez.

Especialista haciendo terapia ocupacional con una persona mayor
La pérdida de equilibrio en alguna de las extremidades también podría alertarnos | Getty Images

En estos casos el tiempo es oro, ya que se trata de una patología que depende de él. De hecho, se estima que cada 20-30 minutos de demora puede disminuir entre un 10% y 20% las posibilidades de recuperación.

"Ante la aparición súbita de estos síntomas es importante pensar que puede tratarse de un ictus y activar la cadena de intervención. Es preferible hacerlo y que después no se confirme la sospecha que no que pase el tiempo y dejar de atender a alguien que podría haberse beneficiado de un tratamiento precoz", apunta Calleja.