A pocos días de iniciar las vacaciones de navidad, no hacen más que aparecer cientos de anuncios sobre alquiler de viviendas, y sobre todo, en zonas de montaña. Sin embargo, nosotros, como personas consumidoras y usuarias responsables, tenemos que ser cautelosos con todas estas ofertas que nos ofrecen. No todas son verdaderas y podemos caer en las redes de alguna estafa o engaño.
Las redes sociales se hacen eco de estos fraudes en los que tras un suculento anuncio, con una oferta económica tentadora y unas imágenes idílicas cuando los usuarios van a hacer uso de este servicio no existe o no tiene nada que ver con la imagen de las fotografías, o no está localizado donde en principio se anunciaba.
Recomendaciones para estas navidades
Comprueba si la persona arrendadora es realmente la dueña del piso o vivienda (por ejemplo, consultando en el registro de la propiedad), o si es una intermediaria.
Los portales web
Tal y como dice el refrán, “nadie da duros a real”, por ello desconfía de los anuncios en los que el precio del alquiler sea desmesuradamente bajo. Es bueno consultar en portales web la opinión, comentarios e incluso el número de personas que hayan alquilado anteriormente el inmueble.
Realiza el pago en el debido momento
Evita el pago por adelantado en la medida de lo posible. Una vez hayas realizado el pago, solicita siempre el justificante por si en un futuro lo requirieras o te pusieran trabas con los pagos.
Antes de firmar el acuerdo, lee detenidamente todas y cada una de las cláusulas que contenga y ante la duda consulta previamente. Una vez firmado el contrato, solicita copia del mismo y consérvalo durante todo su período de validez.
Trámites y gestiones con inmobiliarias
Si vas a tramitar la gestión del alquiler con una agencia inmobiliaria, escoge en la medida de lo posible la que esté adherida al Sistema Arbitral de Consumo. Es un plus de calidad y seguridad para las personas consumidoras y usuarias.
Una vez que se esté disfrutando del inmueble, haz un repaso del mismo y comunica en la mayor brevedad posible cualquier tipo de desperfecto detectado. No olvides conservar y guardar, siempre, todo tipo de facturas, folletos publicitarios, contratos y resto de documentos, por si fuera preciso su aportación ante una reclamación o denuncia.