El fin de semana se hace muy corto. Quienes trabajan entre semana necesitan trucos rápidos para poder limpiar a fondo su casa y disfrutar también de ratos de ocio. Dejar la casa impoluta después de una semana intensa de trabajo es una genial idea. Ponerse a limpiar a fondo es el mejor plan de todos para el fin de semana. Y con varios truquillos fáciles puedes tener la casa lista ahorrando el máximo tiempo posible.
Para perder menos tiempo lo primero es tener a mano los utensilios y productos adecuados. Las mezclas caseras son más económicas y menos contaminantes. El bicarbonato, el vinagre y el zumo de limón serán tus mejores aliados para la limpieza. Si tienes preparadas las mezclas en unos botes con difusor todo será más rápido.
Una buena organización antes de limpiar
Para empezar hay que establecer una buena organización. Coloca todo en su lugar, sobre todo, en las estancias en las que pueda haber invitados. Para evitar desorden temporal, deja en una cesta las cosas para poder colocarlas después.
1. La cocina, el lugar preferido de la grasa
La cocina es uno de los lugares que más se ensucian. A la grasa le encanta acumularse en cualquier parte. El microondas suele ser uno de los lugares con mayor concentración.
Pero atento, si colocas unos estropajos dentro de un bol con agua y unas rodajas de limón en su interior durante un minuto conseguirás a la vez que la grasa se ablande y que los estropajos se desinfecten.
La vitrocerámica y la encimera puedes limpiarlas con un poco de vinagre mezclado con agua caliente. Si la grasa aun se mantiene, utiliza un poco de bicarbonato o unas gotitas de zumo de limón para resultados muy eficaces. Para los azulejos basta con agua caliente con jabón y un chorro de vinagre para abrillantarlos.
2. El baño y el salón limpios por si viene gente
Puedes usar esta mezcla también para las baldosas del baño, la bañera, el bidé, el lavabo y la ducha. Otra opción es usar bicarbonato y zumo de limón. El sarro del inodoro puede irse fácilmente con una esponja metálica empapada de vinagre caliente o alcohol.
Los espejos de cualquier estancia con vinagre diluido en agua se quedan estupendamente. Pero si no quieres rayas el espejo puedes utilizar un poco de papel de periódico para limpiarlos. Para los cristales una bayeta con agua caliente y jabón es suficiente. Puedes secarlos con un paño seco para que no queden marcas.
La misma bayeta con jabón que has utilizado en los cristales puede servirte los muebles del salón. Pero si quieres evitarte limpiar el polvo en el futuro, aplica sobre ellos una fina capa de cera para que no acumulen más partículas.
3. Las camas hechas y el suelo impecable
En los dormitorios las camas deben estar hechas. Sacude bien el colchón y las sábanas para que no quede ninguna arruga. Recoge la ropa sucia y llévala a la lavadora. Para los suelos, la aspiradora será tu gran aliada. Después de pasarla usa una fregona para completar el proceso. Y recuerda que como dice el refrán popular «no es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia».