Las utilizamos a diario, ya sea al lavarnos la cara por la mañana, al remojarnos las manos antes de comer, o cuando nos bañamos. De ahí que, con cada uso, puedan llegar a estropearse fácilmente.
Es más, lo más común es que, después de cada lavado, las toallas acaben por convertirse en unas incómodas telas ásperas, muy molestas al tacto. Por lo que llega un momento en el que podemos optar por tirarlas. O, mejor aún, reciclarlas.
Las mejores ideas para reciclar una toalla
A continuación, una lista de algunos ejemplos para que les des una segunda vida a tus toallas.
1. Alfombra de baño
Se trata, en realidad, de una de las opciones de reciclaje más sencillas y simples, ya que verdaderamente no tenemos que hacer mucho más (en pocos segundos la tendremos lista).
Y es que bastará con usar nuestra toalla vieja y, en lugar de tirarla a la basura, utilizarla como alfombra de baño, colocándola en el suelo cada vez que nos vayamos a duchar o bañar. ¡Ya está!
2. Zapatillas de baño
De la misma manera que podemos usar la toalla para hacer una alfombra de baño con la que secar nuestros pies tras una ducha relajante, podemos hacer unas zapatillas o chanclas de baño.
Solo necesitas una toalla de algodón vieja, unas chanclas viejas, piel sintética e hilo de tela. Las zapatillas son útiles para usarlas como plantilla con la que recortar trozos de toalla de la misma manera. Además, con el resto de la toalla (es decir, con lo que te sobre), podrás hacer biseles donde poner los pies.
3. Guantes de cocina
Cada vez que usamos el horno, es normal necesitar algo con lo que coger el plato o la bandeja caliente, con la finalidad de no quemarnos con la alta temperatura que desprende.
Si no disponemos de guantes de cocina, pero sí tienes una toalla de baño vieja, ¿qué mejor que reutilizarla de esta forma? Solo necesitarás una toalla vieja y otros guantes de cocina, que utilizarás en esta ocasión como plantilla.
Para ello, haz una plantilla dibujando la forma del guante de cocina en un trozo grande de cartón. Recorta partes de la toalla y deja, eso sí, unos pocos milímetros para poder hacer la costura. Para terminar, cose las dos partes.
4. Guantes de fregar
Si en lugar de un guante de cocina, prefieres optar por hacer otra cosa, puedes usar una toalla de baño para elaborar unos guantes de fregar el cuerpo, ideal para exfoliarte la piel en la ducha.
Es posiblemente uno de los pasos más sencillos y simples. Solo tendrás que recortar dos piezas (para que tengan la forma de un guante), y coserlas entre sí. ¡Listo! Una vez lo hayas hecho, podrás dejar los guantes en el baño, para que los puedas usar en la ducha siempre que lo necesites.
Otros trucos útiles para evitar que se estropeen nuestras toallas
Después de una buena ducha, nada más desagradable que encontrarse cara a cara con una toalla muy áspera que rasga la piel, sin resecarla. Si prefieres evitar que las toallas se estropeen rápidamente, puedes hacer varias cosas. Lo más sencillo es lavar la ropa de baño dos veces en la lavadora con ciclo caliente.
Por ejemplo, para el primer lavado, sustituye tu detergente habitual por 200 ml de vinagre blanco. Y, para el segundo lavado, usa 100 gramos de bicarbonato de sodio en lugar del detergente. También es aconsejable usar una menor cantidad de detergente siempre, ya que los residuos pueden afectar negativamente la textura de la toalla.