El Gobierno de España impulsó recientemente una nueva legislación para proteger al sector de las trabajadoras del hogar. Hasta hace poco, estas empleadas cotizaban por el Régimen especial de amas de casa y no cotizaban para la pensión. Tampoco para la prestación y los subsidios por desempleo.
Con la nueva legislación estas trabajadoras pueden cotizar a la Seguridad Social y adquirir el derecho a una pensión o una prestación. El problema es que durante años no ha sido así, y muchas trabajadoras no han cotizado el mínimo. La Seguridad Social ofrece una solución para estas empleadas.
Las empleadas domésticas pueden cotizar a la Seguridad Social a partir de ahora, pero los años anteriores no computan. Para poder acceder a una pensión de jubilación, el organismo competente ofrece varias fórmulas. Así pueden acceder estas trabajadoras a una pensión de jubilación más ventajosa.
Requisitos para la pensión
Para acceder a la pensión contributiva de jubilación, las trabajadoras domésticas deben cumplir los requisitos de la Ley General de la Seguridad Social. Hay que tener un mínimo de 15 años cotizado. De estos, al menos dos deben estar dentro de los últimos quince años antes de la jubilación.
El mínimo exigido para poder jubilarte a los 65 años son 38 años y nueve meses cotizados. Si tienes menos cotizado, la edad de jubilación en España este 2023 es de 66 años y cuatro meses. Las empleadas del hogar que quieren acceder a la pensión deben tener un mínimo de 15 años cotizados.
Para calcular el cómputo no cuentan los años cotizados bajo el Régimen especial de amas de casa. La fórmula para acceder a la pensión de jubilación pasa por usar las cotizaciones ficticias y lagunas de cotización para llegar al mínimo. Esta es la forma de cubrir los años que te quedan para la pensión.
Cotizaciones ficticias
Las cotizaciones ficticias son los períodos de inactividad laboral que la Seguridad Social reconoce para la pensión de jubilación. Por ejemplo dar a la luz, ya que por cada parto se suman 112 días de cotización (126 si es múltiple). También el cuidado de los hijos, que cotiza hasta un máximo de 270 días.
En tercer lugar el servicio militar, que puede añadir hasta un año de cotizaciones a la pensión. Sumando este tiempo en cada caso se pueden ir rellenando los vacíos para llegar hasta el mínimo exigido. Si aun así resulta insuficiente, se pueden utilizar también las lagunas de cotización.
Lagunas de cotización
Las lagunas de cotización son los períodos en los que un trabajador no ha cotizado a la Seguridad Social. Por ejemplo, por haber trabajado sin estar dado de alta en la Seguridad Social. Esto permite a las trabajadoras del hogar rellenar los vacíos de las cotizaciones y llegar al mínimo exigido.
Los primeros 48 meses sin cotización se integran con la base mínima de entre todas las existentes. Si hay más de 48 meses sin cotizar, el resto de las mensualidades se integran con el 50% de la base mínima. A las personas con la legislación anterior se les integra estas lagunas con la base mínima.
Cuantías: qué pensión te toca
La pensión de jubilación se calcula con la base reguladora y los años cotizados. La base se calcula sumando la base reguladora de los últimos 25 años y dividiendo entre 350. Luego hay que aplicar el porcentaje que depende de los años cotizados, por ejemplo con 15 años tiene derecho al 50%.
Una empleada del hogar con una base reguladora de 1.400 euros con 16 años cotizados tiene derecho a una pensión de 735,28 en 14 pagas (10.293,92 euros anuales). Sea cual sea la suma, nunca se puede cobrar por debajo de la pensión mínima. Esta son las pensiones mínimas por ley:
- - Con cónyuge a cargo: 966,19 euros mensuales
- - Con cónyuge no a cargo: 743,22 euros mensuales
- - Sin cónyuge: 783,04 euros mensuales
Cómo acceder a una prestación por desempleo
Las trabajadoras del hogar pueden cobrar el paro si tienen al menos 360 días cotizados cuando termine su contrato. Esto les da acceso a una prestación contributiva por desempleo con las mismas condiciones que el resto de trabajadores. Con menos cotizado, pueden solicitar un subsidio.