Con la llegada del mes de agosto miles de españoles empiezan sus vacaciones. De hecho, este año se prevé nada más y nada menos que casi 9 millones de desplazamientos, según los datos ofrecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT).
Entre todos ellos, la mayoría ya tienen el destino claro: la playa. Y es que es algo que no debería extrañarnos, sobre todo si tenemos en cuenta el clima mediterráneo. Ahora bien, si tú también tienes previsto disfrutar estos días de la costa, lo que te vamos a enseñar a continuación te interesa mucho.
Mantener una cerveza fría en la playa sí es posible
Cuando nos disponemos ir a la playa o a la piscina, lo más habitual es que lo hagamos durante la época estival del año. Esto se traduce a que, los meses más concurridos, suelen ser los que abarcan de junio a septiembre.
Sin embargo, a pesar de que esta es la franja en la cual la mayoría de nosotros tenemos vacaciones, también cabe destacar que es la más calurosa. Por ello, es muy difícil mantener las cosas frías cuando vamos a estos sitios, especialmente las bebidas.
Y es que claro, a nadie se le ocurriría ir a la playa sin su refresco, bebida o cerveza. Puede parecer una verdadera odisea mantener todo esto frío, pero tenemos una buena noticia, y es que existe un truco muy efectivo y poco conocido.
De esta forma, si eres un gran amante de la playa y además también de la cerveza, a partir de ahora podrás disfrutar de ambas cosas al mismo tiempo. Para ello, tan solo necesitarás una serie de ingredientes y cinco minutos de tu tiempo.
Así pues, si quieres mantener tu cerveza fresquita cuando vayas a la playa, tienes que seguir unos pasos. Primero tendrás que tener a mano un recipiente de agua, hielo, sal, papel de cocina y como no, la cerveza. Aunque no te lo parezca, con todo esto podrás enfriarla en cinco minutos y sin necesidad de recurrir a un congelador.
Una vez te hayas hecho con todo, deberás empezar colocando la cerveza dentro del recipiente de agua. Cuando lo hagas, añade los hielos y el agua y asegúrate de que todo quede bien cubierto. Recuerda que cuantos más hielos añadas, más rápido será el proceso.
A medida que se va enfriando el cubo, debes ir colocando la sal. Puede que te parezca extraño, pero la sal juega un papel clave a la hora de mantener la cerveza fría. Cuando la añadas, solo quedará esperar cinco minutos y ya tendrás la cerveza lista y fresca.
Este truco es ideal aplicarlo si estamos fuera de casa. No obstante, también puede darse la ocasión de que nos encontremos dentro de ella, y que hayamos acabado de comprar alguna lata o botella. Aun así no te preocupes, porque también existe otra solución.
Para esta ocasión, lo que tendrás que tener a mano es, además de agua, papel de cocina. Si envuelves la lata o botella con este papel y la metes dentro del congelador, en cuestión de diez minutos también tendrás la bebida fría y lista para beber.
La clave de añadir sal a este truco
Puede que nunca te hayas parado a pensarlo, pero la sal, además de ser un condimento muy conocido y utilizado en la cocina, también esconde otras propiedades. Concretamente, si la añadimos en este truco, notarás de forma muy rápida su efectividad.
Tal y como indicábamos anteriormente, es importante colocar sal dentro del recipiente de agua para enfriar nuestra bebida. La razón de esto la encontramos en el calor, ya que la sal necesita calor para disolverse en el agua.
De esta forma, si la añadimos a la mezcla, esta irá directamente a buscar el calor que desprende la lata o la botella de cerveza. Por lo tanto, su principal función es absorber el calor, mientras que por otra parte el hielo aporta el frío acelerado que necesitamos.