Si hay algo a lo que estamos expuestos los seres humanos, muy a nuestro pesar, es al propio proceso de envejecimiento. Con el paso de los años todas aquellas habilidades que habíamos adquirido durante nuestra juventud empiezan a decaerse, entre las cuales está nuestro físico.
Concretamente, existe un indicador que normalmente no suele gustar ni a mujeres ni a hombres: la aparición de las temidas canas. Esta signo que nos envía nuestro cuerpo no deja de ser algo inherente al paso de los años. Sin embargo, la buena noticia es que es posible prevenir su aparición.
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Prevenir la aparición de canas es posible: ¡Olvídate de tintes y productos!
Basta con mirarnos al espejo y observar un diminuto pelo de color blanco para alarmarnos. Habitualmente, la aparición de canas es algo que suele incomodar a muchas personas, pues representa un signo de vejez.
El momento en que el que estas pueden empezar a salir no está del todo determinado. No hay una edad exacta en la que las canas puedan hacer su aparición: más bien se debe a un conjunto global de varios factores.
Sin embargo, se estima que la edad promedio de su aparición suele oscilar entre los 30 y 40 años. Esto puede variar en función de cada persona, y aunque algunos consideran que es imposible de remediar, lo cierto es que sí se puede ralentizar.
De forma más concreta y exhaustiva, primero debemos entender cómo se producen las canas. Cuando vemos que el cabello blanco empieza a asomar, lo que está ocurriendo es que las células madre de los melanocitos de nuestros folículos pilosos han dejado de crecer.
Este proceso es el que hace que el pelo luzca con ese color blanquecino. No obstante, si frenamos la acumulación de los desechos que producen dichos melanocitos, es posible prevenir su aparición. Y para ello, existe una forma natural de hacerlo.
Seguramente te estarás preguntando cómo; pues bien, la solución la encontramos en nuestra dieta. Si llevamos a cabo una alimentación sana, baja en grasas y rica en antioxidantes, es muy probable que las canas tarden en asomarse.
Para conseguir esto, debemos consumir alimentos ricos en catalasa, una enzima antioxidante que protege las células y que además ralentiza la aparición de las canas. Un ejemplo de ellos serían las frutas crudas, el trigo, la cebada o las coles de Bruselas.
También podemos optar por otros alimentos como las plantas crudas, frescas y cultivadas, hígado de ternera, aguacate, patata, cebolla, puerro, rábano, zanahoria, espinaca, pepino, nabo, apio y repollo.
Como puedes observar, se trata de un remedio que tenemos a nuestro alcance y que no resulta dañino para nuestro organismo. Este remedio es la mejor alternativa a los tintes y productos químicos que habitualmente se destinan para estos casos.
Otros hábitos que también nos pueden ayudar
Si todavía queremos que la aparición de canas sea más tardía, lo mejor que podemos hacer para nuestro cabello (y nuestra salud en general) es acompañar dicha dieta con la práctica habitual de ejercicio.
Está más que demostrado que realizar actividad física elimina el estrés y la ansiedad, dos factores que suelen acelerar la aparición de las canas. Por supuesto, también sería conveniente eliminar otros hábitos nocivos, como el tabaco o el consumo de alcohol.
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Además de estas recomendaciones, también podrías probar a elaborar tu propia mascarilla casera a partir de ingredientes naturales. Aplicándotela un par de veces por semana, durante 20 minutos, podrías empezar a ver los resultados
Para elaborarla, puedes utilizar algunos productos naturales que tengas por casa, como por ejemplo el aceite de argán, el vinagre de manzana o de arroz. En este caso, todos ellos pueden ser tus mayores aliados.