El calor que reina en estos momentos no tiene por qué ser enemigo de tu coche, siempre que sigas unas sencillas reglas. El sistema de refrigeración, los neumáticos, la batería… Pero debemos empezar desacreditando un mito: ¡tu coche no se derretirá ni explotará bajo los rayos abrasadores del sol de verano!
Esto se debe principalmente a que los fabricantes han estado invirtiendo en extensos programas de investigación y pruebas durante décadas. Así, el frío, el calor, la lluvia, el viento, no tienen grandes efectos sobre el automóvil.
Algunos pasos claves para controlar la temperatura
Pero, antes de saber de qué manera podemos enfriar el interior de nuestro coche rápidamente, vamos a conocer qué debemos hacer para enfriarlo en general. Toma nota:
1. Cuidado con la temperatura
La primera señal de advertencia es la aguja de temperatura del motor. La temperatura considerada como normal de un motor de combustión es de unos 90°C. Así, debes saber que, en raras ocasiones, aumenta los 100°C de temperatura.
Sin embargo, cuando esta temperatura supera los 120 ºC, nos encontramos ante un sobrecalentamiento. Y, además, lo más habitual es que aparezca una luz de advertencia de color rojo en el tablero. Si esto ocurre, es una señal que indica problemas de temperatura. Solo hay una alternativa: detener el coche antes de que pueda acabar siendo muy tarde.
2. Busca una fuga
La causa más habitual que lleva a que nuestro coche se sobrecaliente tiende a ser un problema relacionado con la fuga de refrigerante. Si es así, se recomienda encarecidamente revisar el nivel de líquido, ya que será una señal de la presencia de una posible fuga.
La presencia de líquido en el suelo será prueba adicional. Pero tenga cuidado, no abra la jarra de refrigerante si su automóvil está caliente. El líquido bajo presión podría quemarlo. Una manguera puede rajarse y acabar presentando una fisura.
3. Revisa el radiador y el termostato
La función del radiador es disipar el calor transportado por el refrigerante. Pero, a medida que pasan los años, el radiador también podría acabar obstruyéndose. Simplemente ya no es capaz de enfriar el líquido. Para solucionarlo, se puede limpiar con un chorro de agua o aire comprimido.
Por otro lado, revisar el ventilador también es imprescindible. Además, no puedes olvidarte del termostato: otro elemento importante, ya que ayuda al motor a alcanzar su temperatura fría ideal. Asimismo, evita que el refrigerante pase a través del radiador para enfriarlo.
¿Cuál es el truco japonés para enfriar nuestro coche rápidamente?
Como hemos visto, el calor puede jugar malas pasadas a nuestro vehículo. Incluso puede acabar siendo peligroso para nuestra salud, dado que puede provocar posibles descensos de la presión arterial y somnolencia.
De ahí que siempre se recomiende mantener fresco el interior del vehículo, especialmente a la hora de evitar todos estos inconvenientes. Pero, ¿en qué consiste verdaderamente el truco japonés que ayudaría a enfriar nuestro coche rápidamente?
Primero, baja la ventana. Luego, vuelve al vehículo y cierra la puerta (del lado del conductor) cinco veces seguidas. También puedes ayudarte de un termómetro, y ubicarlo en el interior del vehículo.
Solo debes abrir una de las ventanillas, que actuará como el flujo de aire fresco útil para intercambiar el aire caliente que se ha acumulado en el interior, por otro más frío que procede del exterior.
Una vez tengamos la ventanilla abierta, debemos abrir y cerrar la puerta contraria (eso sí, con la ventanilla cerrada). Al disponer de un termómetro podemos controlar cómo y cuánto baja la temperatura. De esta forma, lo haremos tantas veces como sea necesario. Hasta que la temperatura se reduzca verdaderamente.