El invierno se acerca y con él las bajas temperaturas. Sabemos que no es fácil mantener la casa caliente sin gastar una fortuna en calefacción, sobre todo cuando el precio de la energía no deja de subir. Por eso, hemos descubierto un truco muy sencillo y efectivo que puedes hacer con tus muebles para conseguir una mayor sensación de confort térmico en tu hogar.
Ahora que las temperaturas están bajando tímidamente, es normal empezar a sacar las prendas de abrigo del armario. Y, especialmente, a hacer todo lo posible para conseguir no sentir frío cuando nos encontremos descansando dentro de nuestra casa.
Aunque lo más común es que la vivienda se encuentre preparada para el frío típico del invierno, no siempre aprovechamos los pequeños electrodomésticos diseñados para ello. Hasta ahora.
¿En qué consiste el truco de los muebles para mantener la casa caliente?
Seguramente ya sabes que no es conveniente colocar muebles delante de los radiadores, ya que esto impide que el calor se distribuya por la habitación. Lo que quizás no sepas es que hay una forma de aprovechar el calor que emiten los radiadores colocando un mueble encima de ellos.
Se trata de un estante o repisa que tenga la misma anchura que el radiador y que esté situado a unos centímetros por encima. De esta forma, se crea una especie de canal o conducto que dirige el aire caliente hacia el interior de la habitación, evitando que se escape por la ventana o se disipe hacia el techo.
Este truco es especialmente útil cuando el radiador está debajo de una ventana, ya que las ventanas suelen ser uno de los puntos más fríos de la casa. Al colocar el estante, se crea una barrera que impide que el frío entre y que el calor salga.
Además, el estante te sirve para colocar objetos decorativos, como fotos, plantas, velas o libros. Así, le das un toque personal y acogedor a tu espacio, sin renunciar al confort térmico.
¿Qué otros beneficios tiene este truco?
Aparte de ayudarte a mantener la casa caliente, este truco tiene otras ventajas que te pueden interesar. Por ejemplo, es muy fácil de hacer, ya que no necesitas herramientas ni conocimientos técnicos para colocar el estante.
Solo tienes que medir bien el radiador y elegir un estante que se adapte a su tamaño. Luego, lo fijas a la pared con unos tacos y tornillos, y listo. Y también es muy económico, puesto que no tienes que gastar mucho dinero en comprar el estante.
De hecho, puedes aprovechar alguno que tengas por casa o comprar uno barato en cualquier tienda de bricolaje o decoración. También puedes reciclar algún material que tengas a mano, como una tabla de madera o un palet.
También es tremendamente versátil. ¿Por qué? Porque puedes aplicarlo en cualquier habitación donde tengas un radiador debajo de una ventana. Ya sea en el salón, el dormitorio, la cocina o el baño, este truco te ayudará a crear un ambiente más cálido y confortable.
Y, mejor aún, es muy estético. Lejos de ser un elemento antiestético, el estante puede ser un complemento decorativo más. Puedes elegir el color, el material y el estilo que más te guste y combinarlo con el resto de la decoración.
¿Qué otros trucos puedes hacer para calentar tu casa?
El truco de los muebles es solo uno de los muchos que existen para calentar tu casa sin gastar demasiado. Aquí te dejamos algunos más que puedes poner en práctica:
Viste las paredes
Si tienes paredes orientadas al norte o al este, es probable que se enfríen con facilidad. Para evitarlo, puedes colocar estanterías con libros u objetos decorativos, cuadros o tapices. Estos elementos actúan como aislantes térmicos y evitan que el frío penetre en la habitación.
Usa cortinas térmicas
Las cortinas son otro elemento clave para mantener el calor en casa. Lo ideal es usar cortinas térmicas. Están elaboradas con un material muy util tanto para el invierno como para el verano, ya que impiden que el calor o el frío entren o salgan de la casa.
Coloca una base de cartón
Otra forma de aprovechar el calor de los radiadores es colocar una base de cartón forrada con papel de aluminio detrás de ellos. De esta manera, se consigue que el calor se refleje hacia la habitación y no se pierda por la pared. Este truco es muy fácil y barato de hacer, y puede aumentar la temperatura en varios grados.
Regula el termostato
Por último, recuerda que no es necesario poner la calefacción a una temperatura muy alta para estar cómodo en casa. Lo recomendable es mantener el termostato entre 19 y 21 grados, que es una temperatura agradable y saludable.
En este sentido, por cada grado que subas la calefacción, estarás gastando un 8% más de energía. Lo que se traduce en una factura más alta y una mayor contaminación.
Tal y como vemos, hay muchas formas de mantener la casa caliente sin gastar mucho dinero ni energía. Solo tienes que poner en práctica estos trucos y disfrutar de un hogar más confortable y acogedor.