No hay duda: el lavavajillas ha pasado a convertirse en uno de los elementos principales de cualquier cocina. Pero hay un problema, ya que se ensucia con demasiada facilidad. Hasta ahora.
Los beneficios de tener un lavavajillas en casa
Si te preguntamos si dispones de un lavavajillas en casa, es bastante probable que tu pregunta sea positiva. Y es que se trata de un electrodoméstico tremendamente útil en cualquier cocina.
¿Sabes por qué? Principalmente porque permite ahorrar tiempo, puesto que en lugar de tener que lavar los platos a mano, se encarga de todo el proceso de manera automática, ofreciendo la posibilidad de ahorrar tiempo, que podemos usar para realizar otras actividades.
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También ofrece la posibilidad de ahorrar energía. ¿Por qué? Porque usa menos cantidad de agua y energía. Y algunos modelos modernos, incluso, cuentan con programas de ahorro energético que ayudan a disminuir todavía más el consumo tanto de agua como de energía.
Sin embargo, puede ensuciarse fácilmente, lo que involucra algunos problemas asociados, como que la vajilla no se limpie como nos gustaría. ¿Qué podemos hacer en estos casos? Muy sencillo: preparar nuestro propio abrillantador casero.
Cómo podemos hacer nuestro propio abrillantador de lavavajillas casero
Solo necesitas tres ingredientes para poder hacer un abrillantador de lavavajillas tan efectivo como casero. Es más, solo deberías poner la combinación en el cajetín, y poner el electrodoméstico en marcha. Para elaborarlo, necesitas: 100 ml de alcohol, dos cucharadas de sal y medio litro de vinagre blanco.
Cuando tengas todos los ingredientes listos, pon el vinagre blanco en una olla y procede a calentarlo al fuego. Pero antes de que llegue a hervir, retira del fuego y añade dos cucharadas de sal.
Es conveniente remover hasta que la sal se disuelva al entrar en contacto con el vinagre. Y, cuando quede fría, añade el alcohol en la cantidad indicada anteriormente. Finalmente, coloca la mezcla en una botella adecuada, lo que te ayudará en el proceso de verter su contenido en el cajetín del lavavajillas diseñado para el producto de limpieza.
¿Qué más puedes hacer?
No podemos olvidarnos de que, cada cierto tiempo, es recomendable limpiar las aspas y los filtros de tu lavavajillas. Por ejemplo, puedes combinar vinagre blanco con bicarbonato sódico, convirtiéndose así en un abrillantador natural, totalmente efectivo a la hora de limpiar a fondo nuestro electrodoméstico.
No en vano, es sumamente recomendable hacer este procedimiento cada semana o cada pocos días, para que de esta manera nos aseguremos que el lavavajillas se encuentra totalmente limpio, cien por cien higiénico, y completamente disponible para volver a usarlo.
¿Qué otras ventajas ofrece tener un lavavajillas?
Además de las ventajas mencionadas al comienzo de esta nota, también podemos mencionar otras curiosidades sobre por qué es tan útil disponer de este electrodoméstico en nuestra casa.
Por ejemplo, es evidente que se trata de una opción tremendamente limpia. Utiliza agua caliente y detergente para limpiar los platos, lo que asegura una limpieza más profunda y eficiente en comparación con lavar los platos a mano.
También se caracteriza por ser muchísimo más higiénico. El lavavajillas utiliza altas temperaturas para eliminar la suciedad y los gérmenes de los platos, lo que ayuda a mantener un ambiente de cocina más higiénico.
Y, por último, algo aún más importante si cabe: es bastante más eficiente. El lavavajillas tiene capacidad para lavar platos sucios a gran cantidad, lo que permite al usuario lavar toda la vajilla en un solo ciclo, en lugar de tener que lavar los platos a mano varias veces al día. Por si fuera poco, te ahorrará el tiempo que puedas invertir en lavar los platos o la cubertería de uno en uno.