Logo EspanaDiario.tips
Logo EspanaDiario.tips
Logo Google News
Logo Whatsapp
Fisioterapeuta realizando ejercicio en las piernas de una persona parapléjica en una silla de ruedas

Tres parapléjicos vuelven a andar gracias a la tecnología

Una intervención quirúrgica ha permitido a tres parapléjicos volver a ponerse de pie y dar unos pasos

La tecnología no solo abre el camino al futuro, sino que también permite lograr hitos científicos. En esta ocasión el portento lo han vivido tres personas, de entre 29 y 41 años, que se habían quedado parapléjicas tras sufrir un accidente, y ahora han podido volver a ponerse de pie y dar unos pasos.

Una intervención quirúrgica ha hecho este milagro tecnológico posible. La cual ha consistido en implantar electrodos directamente en la médula espinal de los pacientes después de que hubieran perdido toda la capacidad de movimiento de sus extremidades inferiores y el tronco.

Los tres jóvenes, que contaban con una lesión completa de la médula espinal, han podido volver a ponerse de pie, caminar e incluso realizar actividades recreativas como natación o ciclismo. “Un día después de empezar a practicar vi que mis piernas se movían otra vez; fue una emoción muy intensa”, señalaba Michel Rocatti, uno de ellos, en una rueda de prensa.

Cuerpo de una persona sentado en una silla de ruedas
Los tres lesionados han sido capaces de ponerse de pie y dar algunos pasos | Canva

Una operación de 4 horas

Esto ha sido posible gracias a un sistema desarrollado por investigadores de la Escuela Politécnica Central de la Lausana (EPFL), ubicada en Suiza. El gran logro se ha conseguido por el trabajo del neurocientífico Grégoire Courtine y de la neurocirujana Jocelyne Bloch, dirigentes del equipo del ensayo clínico.

La intervención quirúrgica tuvo una duración de 4 horas y los médicos implantaron 16 electrodos en diferentes puntos de la médula espinal de los pacientes, según informa El País.

El movimiento se recupera gracias a la emisión de pulsos eléctricos por parte de los electrodos, que imitan las señales que circulan en la médula espinal, la cual vincula el cerebro con las extremidades inferiores. Al mismo tiempo, los electrodos van conectados a un ordenador que con un sistema de inteligencia artificial reproduce los impulsos necesarios para realizar movimientos.

Las paletas de electrodos han sido diseñadas específicamente para lesiones de médula y forman parte de un ensayo clínico que aún está en curso.

Este milagro tecnológico es fruto de años de lucha por parte del equipo de Grégoire Courtine. “Diseñar por primera vez una tecnología específica para este nuevo uso nos permite sincronizar mejor la estimulación con el momento del movimiento imitando las señales reales que envía el cerebro al andar, por ejemplo”, señala el científico.

Los tres pacientes pudieron volver a estar de pie inmediatamente después de la operación. A pesar de ello, les ha costado unos meses de entrenamiento poder perfilar los movimientos. “Cuando uso el aparato me encuentro mejor, me siento más fuerte y los dolores asociados a la silla de ruedas desaparecen”, explica Rocatti.

En 2018, David Mzee ya consiguió el “milagro”

Hace ya casi cuatro años, David Mzee ya pudo levantarse de su silla de ruedas y caminar con la ayuda de un andador. Mzee se había quedado parapléjico tras una lesión parcial de la médula causada por un accidente deportivo. Sus imágenes levantándose de la silla de ruedas y andando dieron la vuelta al mundo.

Learning to Walk Again | David Mzee Shares His Wings for Life World Run Experience

A pesar de las similitudes que pueda presentar este nuevo hallazgo con el que se produjo en 2018, hay una discrepancia clave. “A diferencia de la técnica que utilizamos en 2018, esta actúa en lesiones más graves”, ha resaltado Bloch.

“Ahora, por primera vez, empleamos una tecnología diseñada específicamente para modular de forma precisa todas las regiones de la médula espinal relevantes para la activación de los músculos del tronco y de las piernas”, añadía la neurocirujana.

Además, el dispositivo cuenta con un software personalizado que permite situar con mayor precisión los electrodos en cada paciente. En este sentido, se pueden elaborar programas de estimulación específicos para cada actividad física.