La formación ósea del cráneo es una de las más duras y resistentes del cuerpo, debido a que alberga uno de los órganos más importantes y delicados de nuestro organismo: el cerebro. Aun así, éste no se encuentra exento de peligros y cualquier accidente que lo afecte puede acarrear graves consecuencias.
Una de estas consecuencias es el traumatismo craneoencefálico, una condición física que puede afectar a prácticamente cualquier función del cerebro. A lo largo de este artículo revisaremos qué es un traumatismo craneoencefálico (TCE), sus síntomas, causas y tratamientos más habituales, distinguiendo los TCE leves de los severos.¿Qué es un traumatismo craneoencefálico?
El traumatismo craneoencefálico, conocido de manera abreviada como TCE, es una de las consecuencias de un golpe o colisión grave en la cabeza o bien de una sacudida intensa. Otra posible causa del traumatismo craneoencefálico es mediante una lesión provocada por un objeto que penetra dentro del cráneo.
Las lesiones cerebrales leves pueden afectar a las células cerebrales, y por lo tanto a las funciones cognitivas, durante un periodo de tiempo determinado, mientras que un traumatismo craneoencefálico grave puede producir hematomas cerebrales, desgarros en el tejido cerebral, sangrados y otros daños físicos que pueden desencadenar complicaciones a largo plazo como el coma, un estado vegetativo e incluso la muerte.
Debido a que las causas del TCE son muy variadas y las consecuencias pueden ser enormemente graves, la mejor manera de evitarlas es mediante la prevención de los accidentes. Entre las principales medidas de prevención de los TCE se encuentran las siguientes:
Tecnologías de protección en vehículos (como cinturones de seguridad y cascos)
Cascos deportivos y otros mecanismos y medidas de protección
Programas de educación en seguridad vial
Según la gravedad de la lesión, el tratamiento requerido puede ser mínimo o incluir intervenciones quirúrgicas y diferentes terapias como fisioterapia, terapia del habla, ocupacional, etc.
En base a las estadísticas, se estima que el traumatismo craneoencefálico es una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo, afectando sobre todo a adultos jóvenes y niños. Además se ha demostrado que esta condición afecta en mayor medida a hombres que a mujeres, posiblemente debido a factores socioculturales.
¿Qué síntomas aparecen en el TCE?
Tal y como se menciona anteriormente, el traumatismo craneoencefálico puede acarrear síntomas de todo tipo, tanto físicos como psicológicos, los cuales pueden variar en gravedad o intensidad según el alcance de la lesión.
Asimismo, estos síntomas pueden aparecer al poco tiempo de ocurrir la lesión o bien ser percibidos días o semanas después del accidente.
Aunque la variedad de los síntomas puede diferir entre las personas, los síntomas y signos físicos una lesión cerebral leve incluyen los siguientes:
Pérdida temporal del conocimiento
Sensación de confusión, aturdimiento o desorientación
Cefaleas o dolor de cabeza
Náuseas y/o vómitos
Sensación de cansancio o fatiga
Somnolencia
Problemas en la capacidad para hablar
Alteración del sueño por exceso o por defecto
Mareos
Pérdida del equilibrio
En cuanto a los síntomas sensoriales y psicológicos de estas lesiones, cabe destacar estos:
Visión borrosa
Zumbidos en los oídos
Hipersensibilidad a la luz y/o al sonido
Alteraciones en las capacidades cognitivas o mentales
Problemas de memoria
Alteraciones en el estado de ánimo
Sentimientos de tristeza o ansiedad
En cuanto a las lesiones cerebrales provocadas por un traumatismo en la zona del cráneo, estas pueden provocar cualquiera de los síntomas anteriormente nombrados, en mayor o menor gravedad, así como cualquiera de los siguientes síntomas de mayor importancia.
Entre los síntomas físicos de los traumatismos craneoencefálicos severos podemos destacar los siguientes:
Pérdida de la consciencia durante varios minutos o incluso horas
Coma
Cefaleas graves y persistentes
Convulsiones
Dilatación de las pupilas
Secreción de un líquido translúcido desde la nariz o los oídos
Dificultad o incapacidad para despertar por uno mismo
Debilidad o entumecimiento de las extremidades
Pérdida de la coordinación
Por otro lado encontramos una serie de síntomas psicológicos que no son tan habituales en los TCE leves:
Confusión grave
Agitación y nerviosismo
Conductas poco habituales en la persona
Habla poco clara o fluída
Como ya sabemos, la principal causa del traumatismo craneoencefálico son los golpes en la cabeza. En cuanto al nivel de gravedad de la lesión, éste está sujeto a varios factores, entre los que se incluyen el tipo de lesión y la fuerza del impacto.
Entre las principales causas de una lesión traumática cerebral se encuentran:
Caídas en cualquier circunstancia
Colisiones y accidentes de tráfico
Peleas y violencia doméstica
Lesiones deportivas
Explosiones o lesiones de combate
Además, un traumatismo craneoencefálico también puede ser resultado de una herida penetrante en la cabeza; esto significa que cualquier objeto que se introduzca a través del cráneo o en el encéfalo puede causar una lesión de características similares a las anteriores.
Al igual que existen unas causas para el TCE, se han determinado una serie de grupos de edad que suponen un factor de riesgo a la hora de sufrir una lesión cerebral:
Niños entre 0 y 4 años
Adultos jóvenes de entre 15 y 24 años
Adultos mayores de 60 años
En cualquiera de los grupos de edad anteriores el sexo de la persona también juega un papel especial, ya que se da una mayor incidencia de traumatismo craneoencefálico en hombres que en mujeres.
Tratamiento y manejo de las secuelas
La elección de un determinado tratamiento para el traumatismo craneoencefálico dependerá en primera instancia de la gravedad de éste. Las diferentes intervenciones pueden incluir desde la mera indicación de realizar reposo en el hogar hasta curas hospitalarias, medicación, operaciones quirúrgicas y rehabilitación tanto física como psicológica.
En los TCE leves, es habitual que el tratamiento se reduzca al reposo en casa y a la administración de medicamentos analgésicos. No obstante, es recomendable realizar un seguimiento de la persona para asegurarse de que no existe ningún otro síntoma posterior.
En el caso de las lesiones cerebrales de naturaleza moderada o grave, el primer paso es cerciorarse de que el cerebro recibe el suministro suficiente de sangre y oxígeno, así como mantener la presión arterial y evitar cualquier movimiento en cabeza o en el cuello.
En compañía de este protocolo de actuación, es muy posible que se administren cualquiera de los siguientes fármacos, utilizados para limitar el daño secundario:
Diuréticos
Fármacos anticonvulsivos
Fármacos inductores del coma (sólo en casos graves en los que peligra el estado vital de la persona)
Finalmente pueden darse casos graves en los que sea necesario algún tipo de intervención quirúrgica como:
Extracción de hematomas o sangre coagulada
Reparación de fracturas del cráneo
Cirugía para la detención del sangrado
Abrir una ventana en el cráneo para aliviar la presión
Parikh, S., Koch, M. & Narayan, R. K. (2007). Traumatic brain injury. International Anesthesiology Clinics, 45(3): 119–135.
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