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Diferentes personas esperando el turno en una fila

Trastornos de la personalidad: los 14 tipos principales

Los trastornos de la personalidad más comunes incluyen el trastorno límite de la personalidad, el antisocial, el narcisista y el esquizoide.

Los trastornos de la personalidad son una de las principales causas de malestar. Sin embargo esto no se atribuye a que el individuo considere que tiene un problema sino a que, en ocasiones, debido a las extravagancias de sus comportamientos el éxito de sus relaciones interpersonales es más bien bajo, o a la aparición de síntomas psicológicos asociados al problema de base.

Los trastornos de la personalidad son muy diversos y conducen a pensamientos, sentimientos y percepciones que divergen de lo comunmente aceptado por el grupo de iguales en el que la persona se encuentra inmersa, lo cual dificulta la adaptación en el medio.

¿Qué es un trastorno de la personalidad?

Los trastornos de la personalidad son un grupo de  alteraciones del pensamiento, de las emociones y del comportamiento que convierten a la persona en diferente con respecto a su grupo de referencia y dificultan su adaptación al medio social.

Podría asemejarse a un patrón estable y permanente de forma de actuar que resulta especialmente difícil modificar para los psicólogos. Es por ello que su estudio no es tan extenso como el resto de trastornos mentales incluidos en los manuales diagnósticos.

En la literatura psicológica, según manuales diagnósticos como el DSM-5, existen 10 trastornos de la personalidad  aceptados por esta disciplina. Por lo general se clasifican en función de las conductas del individuo, más que por sus pensamientos y emociones, que son más difíciles de objetivar y por tanto de estudiar con fidelidad.

Mediante pruebas estandarizadas, el conocimiento de la historia familiar y los antecedentes y la entrevista clínica se extraen una serie de conclusiones que permiten, en algunos casos, atribuir un trastorno concreto de la personalidad al individuo.

En otras ocasiones se puede determinar la presencia de  rasgos patológicos significativos sin que se cumplan los criterios de ningún trastorno. Cuando esto sucede es habitual que se use la etiqueta genérica “trastorno de la personalidad no especificado”, si bien es importante destacar los aspectos psicológicos que provocan la inadaptación y su similitud con unos u otros trastornos de personalidad.

¿Cuáles son las causas de estas alteraciones?

El sufrir o no un trastorno de la personalidad no tiene una causa única y discreta, sino que influyen en su desarrollo numerosas variables, tanto de orden genético como ambiental.

Tener antecedentes de trastorno de la personalidad en la familia o haber vivido situaciones hostiles tales como ansiedad, malos tratos y abusos hace que el riesgo aumente. Aún así el desarrollo patológico de una personalidad patológica parece tener un origen multicausal.

Clasificación en grupos o “clusters”

Los 10 trastornos de la personalidad descritos y aceptados entre los profesionales de la salud mental pueden agruparse en tres “clusters” o grupos diferenciados en función de algunas de las características del comportamiento. No obstante, hay profesionales que consideran que este tipo de agrupación es artificial y escasamente informativa.

Cluster A: “Extraños”

Dentro de este grupo se encuentran los trastornos de la personalidad paranoide, esquizoide y esquizotípico. Estas personas se caracterizan por tener comportamientos algo excéntricos y extravagantes, lo que las lleva a ser catalogadas por los demás como raras o extrañas.

Cluster B: “Dramáticos”

Las personas con trastornos de la personalidad antisocial, límite, histriónico y narcisista se engloban en este grupo. Suelen ser personas poco estables emocionalmente, algo dramáticas, desconfiadas y supersticiosas.

Cluster C: “Temerosos”

Con un marcado carácter ansioso y temeroso, las personas del cluster C se caracterizan por ser personas dependientes que necesitan protección por los demás ya que tienen una sensación de miedo constante. Aquí se agrupan el trastorno de la personalidad evitativo, el dependiente y el obsesivo.

Tipos de trastornos de la personalidad

Los trastornos de la personalidad se identifican a partir de la adolescencia. Durante este periodo el individuo comienza a elaborar un autoconcepto más concreto de sí mismo y la personalidad empieza a tomar forma.

Pese a que los trastornos de la personalidad son algo intrínseco al individuo y por lo tanto difícilmente “curable”, existen terapias y técnicas para que la persona aprenda a interpretar y gestionar de una manera más adaptativa sus percepciones, sus pensamientos y sus sentimientos.

Aunque  el DSM describe 10 tipos de trastornos de la personalidad, muchos profesionales aceptan una serie de trastornos adicionales -principalmente los descritos por Theodore Millon. Entre estos podemos destacar el trastorno depresivo de la personalidad, el sádico, el masoquista y el pasivo-agresivo.

1. Trastorno de personalidad paranoide

Son personas que se caracterizan por mostrar desconfianza hacia el resto del mundo, tanto sus allegados más próximos como cualquier otra persona. Tienen una sensación más o menos marcada de estar siendo vigilados y de que todos están en su contra. El dicho “piensa mal y acertarás” define el modo de pensar de estas personas.

2. Trastorno de la personalidad esquizoide

Poseen una marcada  falta de interés por conocer gente o relacionarse con los demás, y suelen estar aislados y en soledad por decisión propia. Para ellos no supone un problema ya que no sienten carencia de compañía ni de cariño, si bien esto puede interferir en gran medida en el desarrollo satisfactorio de sus aspiraciones vitales, dado el peso fundamental que tienen las relaciones interpersonales en la mayoría de sociedades humanas.

3. Trastorno esquizotípico de la personalidad

Las personas con este trastorno de la personalidad tienen percepciones, preocupaciones y comportamientos excéntricos. A diferencia de lo que sucede en las personalidades esquizoides, en los esquizotípicos sí que hay un marcado sufrimiento emocional, de modo que sí que anhelan y necesitan las relaciones interpersonales; no obstante, les resulta extremadamente difícil establecer relaciones.

Además, la sensación contradictoria de necesidad de alejarse de los demás aun necesitando ese contacto hace que se conviertan en personas muy peculiares que pueden parecer extrañas a ojos de la gente, lo que dificulta más su inserción social.

4. Trastorno antisocial de la personalidad

La característica principal del trastorno antisocial de la personalidad es una falta de empatía muy marcada; parece que “ni sienten ni padecen”. Estas personas pueden llegar a disfrutar con el sufrimiento de los demás, necesitando la debilidad del otro para sentirse poderosos.

En el extremo de este trastorno de la personalidad se encuentran los psicópatas, que carecen de remordimiento e infligen daño a propósito a las personas que le rodean a causa del desprecio que sienten hacia ellos o en busca del beneficio personal. Sin embargo, la categoría ha recibido críticas por su solapamiento con la conducta criminal, de modo que recoge a individuos muy distintos.

5. Trastorno límite de la personalidad

Esta es una de las patologías que más daño y sufrimiento generan en la persona que lo sufre y en su círculo más próximo. Se caracteriza por una marcada  inestabilidad en todas las áreas de la vida, incluyendo la identidad y las emociones. Estas personas lo sienten y lo viven todo de manera extrema, en especial los sucesos negativos. También suelen sentirse muy poco queridas, y sus percepciones de los demás fluctúan de forma súbita.

6. Trastorno histriónico de la personalidad

Este tipo de personas alardean de sus actos y de todo aquello que se relaciona con ellas mismas. Necesitan llamar la atención de manera excesiva y son exageradas y teatrales ya que saben perfectamente que éste es el modo de lograr su objetivo: ser el centro de atención.

7. Trastorno de la personalidad narcisista

Los narcisistas están convencidos de que son mejores que los demás. Aunque intentan establecer relaciones emocionales con el resto, no suelen ser exitosas ya que carecen de verdadera empatía, y su excesiva preocupación por ellos mismos les impide interesarse sinceramente por otras personas.

8. Trastorno de la personalidad por evitación

En las personas evitativas existe un miedo intenso a relacionarse con otros individuos; este miedo genera ansiedad y de este modo entran en un círculo de rechazo interpersonal para con el resto. Aún así, les gustaría establecer relaciones más cálidas y próximas, pero la vergüenza y la preocupación les impide darse a conocer.

9. Trastorno dependiente de la personalidad

Las personas dependientes no creen que puedan afrontar sin ayuda los problemas que les presenta la vida. Se sienten indefensas e incapaces, por lo que creen que necesitan a otros para solventar los inconvenientes -lo cual puede ser cierto dado que este patrón perjudica la adquisición de habilidades. Son extremadamente indecisas y tienen un intenso temor a la soledad.

10. Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad

Los individuos con una personalidad obsesiva se caracterizan por ser muy rígidos: los planes guían y orientan su vida hasta un punto que resulta impráctico. Las normas deben cumplirse a rajatabla y no permiten el tiempo de ocio  y disfrute, o bien estos provocan sentimientos de culpa. El perfeccionismo y la exigencia por cumplir objetivos hace que no contemplen la posibilidad de fallar y se esfuercen de manera excesiva.

11. Trastorno depresivo de la personalidad

Según Theodore Millon, el trastorno depresivo de la personalidad sería un diagnóstico adecuado para personas con tendencia crónica a la depresión. Esto incluye pensamientos negativos sobre uno mismo e ideación suicida, y puede llevar también a alucinaciones y a conductas agresivas.

12. Trastorno sádico de la personalidad

Las personas sádicas obtienen placer a través del sufrimiento de otras. Tienden a ser crueles, autoritarias y dominantes, y tienen con frecuencia explosiones de ira. También suelen caracterizarse por tener un pensamiento rígido y dogmático, según Millon.

13. Trastorno masoquista de la personalidad

En contraposición al trastorno sádico de la personalidad, el masoquismo descrito por Millon tiene que ver con un patrón de personalidad en que destacan la infravaloración de uno mismo, el servilismo, la tendencia a autoculparse o a sospechar que quienes los tratan bien tienen intenciones ocultas.

14. Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad

Las personas con trastorno pasivo-agresivo de la personalidad tienen una tendencia marcada, según Theodore Millon, al rencor hacia otras, al escepticismo, a la insatisfacción, a no comunicarse de forma directa o a bombardear las metas y expectativas de las demás.