Tener un hijo siempre es una alegría y podemos verlo todo positivo, pero la realidad es que supone un gasto económico notable. Es por eso que existen una serie de ayudas y deducciones que pueden facilitar la situación económica familiar o del hogar.
Las ayudas que se conceden por paternidad y maternidad
1. La renta de crianza
Se conceden 100 euros al mes. También se puede deducir de la declaración de la renta y recibirlos en un único pago de 1.200 euros. La pueden recibir las madres (aunque trabajen), los padres (en caso de ausencia de la madre) o uno de los progenitores en caso de pareja homosexual. La solicitud de esta ayuda debe de tener lugar cuando el hijo o la hija tengan entre 0 y 3 años.
2. Ayuda familiar por hijo o menor acogido
Se concede esta prestación a cada hijo o acogido, menores de 18 años, que tienen al menos un 33% de discapacidad. También va destinada a aquellas familias con hijos mayores de 18 con el 65% de discapacidad. Aparte, se deben cumplir otros requisitos básicos.
3. Cheque familiar
Consiste en una deducción anual del IRPF de entre 1.200 2.400 euros. Se otorga a familias numerosas, de carácter monoparental con mínimo dos hijos o a las que tengan ascendientes o descendientes discapacitados. Aunque sea anual, hay la posibilidad de cobrarla mensualmente.
4. Prestación por parto o adopción múltiples
Es una cuantía variable dependiendo del número de hijos por parto o que se adopten. De esta manera, si se tienen o adoptan dos hijos se conceden 4.000 euros, si son 3, se otorgan 8.000 euros. En caso de tener o adoptar cuatro, esta cifra sube a los 12.000 euros.
5. Deducción por escuela infantil
Si la familia se ve obligada a llevar al hijo o hija a una escuela infantil por motivos laborales, puede solicitar esta ayuda. Si se cumplen los requisitos, se pueden deducir hasta 1.000 euros anuales. La duración de esta es hasta que el niño o niña cumpla 3 años.
Existen otros permisos contemplados para maternidad y paternidad
Cabe destacar que también hay vigentes permisos para quienes se encuentren en situación de maternidad o paternidad. Por ejemplo, el permiso de lactancia permite a cualquiera de los progenitores no trabajar durante una hora (o dos veces de media hora) cada día para alimentar al hijo o hija. Existe otra opción que permite rebajarse la jornada laboral media hora hasta que el bebé tenga nueve meses.