Cuando hablamos de té, nos referimos a una bebida que se elabora a partir de las hojas de un arbusto, conocido como "Camellia sinensis". Los brotes de este arbusto (llamados pekoe) son los que se extraen para elaborar precisamente el té. Se trata de una bebida milenaria, y aunque China es el mayor productor de té, los países que más lo consumen son Turquía, Irlanda, Gran Bretaña, Rusia y Marruecos.
Esta planta y su bebida presentan grandes beneficios para nuestro organismo, y sus propiedades hacen que mejore la salud de muchísimas personas. Sin embargo, existen diferentes tipos de té, y cada uno presenta unas características. Por eso, debemos conocer muy bien qué diferencias existen entre las variedades de tés que tenemos a nuestro alcance.
¿Qué es el té?
Tal y como comentábamos anteriormente, el té proviene de la planta Camellia Sinensis, y es a través de ella por donde se obtienen las hojas para realizar la bebida. Hace unos cinco mil años, un emperador Chino realizó por error un té con las hojas caídas del árbol. Estas hojas fueron añadidas en una taza de agua caliente, lo cual hizo que se popularizara como una bebida.
Al principio, el té era empleado con fines medicinales, pero poco a poco su consumo se expandió a otros usos. Finalmente, la gente empezó a consumirlo por puro placer, aunque lo cierto es que su organismo se beneficiaba de sus propiedades.
En China, el té se le llama Tcja, que significa árbol. No obstante, la palabra que conocemos a día de hoy como té es traducida por el holandés, debido a que fue el primer país importador de este producto a Europa.
Tipos de té
Seguramente pensarás que como existen diferentes tipos de té, las plantas de las cuales se obtiene también sean distintas. Sin embargo, es importante remarcar que esto no es así, ya que todos los tipos de té se adquieren únicamente de la misma planta.
En primer lugar cabe destacar que existen cuatro tipos de té según el origen. El primero se llama Darjeeling y proviene de la India, el segundo es Ceilán y es producido en Sri Lanka, el tercer se llama Formosa y se elabora en Taiwan.
Finalmente, el cuarto tipo de té es el Assam y se produce en el noreste de la India. Por otra parte, también los podemos distinguir por su proceso de elaboración. Los más comunes son el té verde, el té azul, el té negro, el té blanco y el té rojo.
1. Té verde
Es el más conocido y popular. No está fermentando y se procesa usando vapor. Tiene un sabor ligeramente amargo y es sometido al calor para que evitar que las hojas se oxiden. Conserva la mayor parte de los componentes de la hoja, por lo tanto es de los que menos se manipula.
2. Té azul
Tiene un color verde azulado, y su proceso de cosecha es a través de la recolección. Una vez hecho esto, se oxida de forma parcial, se enrola y finalmente se seca. Respecto al té verde, el té azul tiene más taninos, que son moléculas con propiedades antioxidantes.
3. Té negro
Como su propio nombre indica, el té negro presenta un color mucho más oscuro. Tiene un sabor más fuerte, está fermentado y se oxida de forma completa.
4. Té blanco
El té blanco tiene un sabor más suave y un color más pálido. Su proceso es igual que el té verde, pero a diferencia de este, el té blanco no está ni fermentado ni oxidado.
5. Té rojo
Es otros de los tipos más conocidos y buscados. Su principal diferencia radica en la maduración, ya que esta se podría prolongar hasta 60 días. Su color es más bien cobrizo, aunque no presenta tanta cantidad de polifenoles.
¿Cómo los podemos conservar?
Cualquier tipo de té debería almacenarse de forma óptima para mantener sus propiedades y características. En general, la conservación sería la misma para todos los tipos de té.
Ahora bien, si queremos obtener todos sus beneficios, deberíamos guardarlos mejor en un recipiente metálico o de porcelana. También debería conservarse en un lugar fresco, seco y oscuro, y sobre todo tendríamos que mantenerlo en un lugar alejado de la humedad y de los olores.