Este año sin duda está siendo uno de los más complicados para el comercio. Y es que son muchas las incidencias que han complicado el transporte, distribución y venta de todo tipo de productos, con el riesgo evidente de abastecimiento que ello puede suponer.
La alimentación está siendo uno de los sectores más afectados. El precio de la compra ha subido exponencialmente, siendo casi el doble que el del año pasado. Muchas familias están sufriendo la dificultad de seguir comprando ciertos productos por el coste tan alto, debido principalmente a las consecuencias asociadas a la inflación.
De hecho, estas navidades muchas personas están modificando su menú navideño, donde antes compraban cordero o una buena pata de jamón, optan por opciones más económicas. Incluso han desistido a la hora de celebrar grandes almuerzos o cenas para evitar el gasto tan elevado que supone.
Las compras navideñas también se ven afectadas, algunos no podrán optar por lo que realmente quieren y tienen que acomodarse a otro tipo de productos. La inflación ha incidido mucho sobre todo en los consumidores y es que la vida se ha vuelto aún más cara.
¿Ha sufrido retrasos algún producto que has pedido? ¿Has ido a comprar al supermercado y has encontrado algunos lineales vacíos? ¿Has presenciado desabastecimiento en algunos productos?
Lo que ocurrió en marzo
En marzo, por ejemplo, ya pudimos vivir un parón en la distribución por parte de los transportistas en productos de supermercado. Sin embargo, ya de cara a las navidades, es cierto que, por ahora, no está surgiendo ningún problema.
Aún siendo convocada esta nueva huelga, de momento los lineales de los supermercados siguen estando completos, y sin provocar ningún tipo de problemas. Pero hay quien se sigue preguntando si este tipo de convocatorias puede provocar efectos secundarios en los supermercados y tiendas.
Por ello, se insiste en mantener la calma y evitar la violencia, porque sin duda este tipo de comportamiento es lo que conlleva verdaderos problemas. Las cadenas alimentarias comunicaban que el Gobierno les facilitará la entrada de todo tipo de productos sin problema.
Es normal, con un acontecimiento previo, que muchos distribuidores mantengan el recelo ante cualquier incidencia, y teman que se estanque el suministro y producción de los diferentes productos. Y es que luego del Black Friday, y la llegada de las navidades, puede ocurrir que muchos productos queden retenidos y no lleguen a tiempo al cliente.
¿Qué ocurrirá con la huelga de transportistas?
Que vuelva a ocurrir o no otra huelga depende de ciertos colectivos; en este caso de la Plataforma Nacional del Sector del Transporte, pues, como ocurrió en marzo, la huelga de cinco días acabó por extenderse durante más días. Esto provocó un coste económico muy elevado, ampliándose a sectores de la alimentación, a los puertos, granjas y fábricas de bebidas.
Dicho coste conllevaba la búsqueda de distintas alternativas de transporte y rutas para hacer posible el envío de mercancía. Los transportistas exponen en su demanda al Ejecutivo que cumpla con la voluntad de no contratar transporte por un valor mucho menor, expreso por real decreto.
Por ello, y como ayuda, la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte ha solicitado un aumento de inspectores para que se siga al pie de la letra el cumplimiento de los requisitos.
Son muchas las cadenas de supermercados entre otros sectores, que esperan valorar positivamente el impacto de esta huelga. Se intentará seguir con la cadena de distribución de la manera más eficaz y eficiente posible ante las adversidades que pudieran acontecer.
Sin embargo, es muy impredecible conocer a ciencia cierta qué ocurrirá después de ese tiempo. Pueden darse las condiciones más óptimas durante esta convocatoria como las más negativas. En cuanto a las más adversas tendrán que ver con ciertos retrasos en el transporte si no, desabastecimiento en el peor de los casos en las fábricas.