Hoy en día es muy común que, con relativa frecuencia, aparezcan noticias sobre todo tipo de "superalimentos". Generalmente se trata de productos que desconocíamos, con múltiples propiedades y beneficios nutritivos. Ahora bien, lo cierto es que una gran parte de este tipo de alimentos están presentes en nuestra dieta desde hace miles de años.
Es el caso, por ejemplo, de las alcaparras o la chufa, alimentos muy característicos de la dieta mediterránea y, especialmente, de España. Desde el principio de su existencia, la humanidad ha ido descubriendo y beneficiándose de los productos que tenía a su disposición: plantas, frutas, minerales, etc. Y uno de los superalimentos históricos más presentes en nuestras dietas es, al mismo tiempo, uno de los más infravalorados y misteriosos.
¿Qué superalimento está lleno de fibra y casi no tiene colesterol?
Los humanos nos hemos beneficiado de las propiedades de este producto desde nuestros inicios. No solo como alimento, sino también como fármaco, por lo que es muy probable que haya ayudado a salvar muchas vidas. Este alimento, que casi no contiene colesterol, pero sí una gran cantidad de fibra, son los hongos.
Los hongos nos han acompañado desde los primeros pasos de la humanidad, sirviendo de comida, de remedio natural, pero también para quitar vidas. Se trata de un superalimento que gana cada vez más adeptos entre los nutricionistas, por ser totalmente compatibles con una alimentación saludable.
La humanidad cada vez requiere de más y más alimentos, y preocupa especialmente la falta de productos cárnicos, ricos en proteínas. Es por ello que los hongos ganan cada vez más popularidad, ya que se trata de alimentos con una enorme cantidad de fibra y proteínas buenas. Es más, casi no contienen colesterol, por lo que su consumo reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
¿Cuántos tipos de hongos hay?
Existen dos grupos de hongos principalmente: los ascomicetos y los basidiomicetos. Los ascomicetos normalmente son organismos unicelulares como la levadura o filamentosos como el moho. Los basidiomicetos son los que producen los fructíferos más grandes, como las setas o los boletus.
A los primeros, los ascomicetos, les debemos productos tan importantes como el pan o el vino. Es por ello que han sido especialmente estudiados en los últimos años, dada la posibilidad de que contengan muchos otros beneficios desconocidos. Dentro de los acomicetros existen algunos antibióticos como la penicilina (Penicllium notatum) o la ciclosporina (Tolypocladium inflatum).
De todas maneras, es bien sabido que no todos los tipos de hongos, setas y otros microorganismos similares son beneficiosos. Algunos son capaces de provocar serias infecciones en los seres humanos, y debemos evitarlos a toda costa.
Los nuevos fármacos del futuro
Nuestros bosques están llenos de una enorme red de filamentos invisibles que crecen en los árboles y en el suelo, llamada red de biomasa vegetativa. De hecho, el mayor ser vivo que se conoce es un hongo de más de 900 hectáreas, que podemos encontrar en un bosque de Oregón, en Estados Unidos.
En los continuos esfuerzos científicos por encontrar nuevos fármacos para hacer frente a amenazas de todo tipo, los hongos juegan un papel esencial. Gracias a la gran cantidad de enzimas y metabolismos secundarios que contienen, podrían ser capaces de salvar millones de vidas. Por ello, los expertos piden incrementar las investigaciones para desarrollar nuevos medicamentos a partir de hongos.
Otras funciones y usos increíbles de los hongos
Otra de las funciones de los hongos es que son capaces de descomponer la materia animal y vegetal que hay a su alrededor para alimentarse. Son los que consiguen la acumulación geológica de depósitos de carbono y los convierte en combustiblesfósiles. Se trata de un trabajo de reciclaje de biomasa esencial para nuestro planeta.
Además, como ya hemos mencionado, los hongos pude convertirse en uno de los alimentos del futuro, gracias a sus proteínas. Sirven, además, como una alternativa mucho más ecológica al cuero, y ya convencen a grandes diseñadores. Es el caso de Stella McCartney, que recientemente presentó en París una línea de moda basada en el cuero vegano obtenido a partir de hongos.
Los hongos a lo largo de la historia humana
Lo cierto es que los hongos nos han acompañado desde que dimos nuestros primeros pasos como especie. El conocido hombre de las nieves, Ötzi, que fue encontrado momificado en la frontera entre Italia y Austria, ya conocía sus beneficios. En su equipaje llevaba hongos para usarlos como remedio natural.
En China y la India llevan miles de años beneficiándose de estas propiedades. Pero los hongos también tienen su lado oscuro, y el mejor ejemplo lo encontramos en la Europa Clásica.
Agripina, madre del emperador romano Nerón, ya usaba una especie de setas, Amanita Phalloides, como señal de afecto a su germano, Calígula. Se trata de una especie venenosa, que la mencionada mujer utilizó para despejar el camino hacia el trono para su hijo.
En definitiva, los hongos han jugado y jugarán un importante papel en la historia de la humanidad.