El colesterol y la obesidad son dos grandes problemas en nuestra sociedad. Aunque el colesterol es un componente natural en nuestro cuerpo, padecer de colesterol alto es un claro riesgo para nuestra salud. Por lo tanto, debemos evitar alimentos que aumenten su presencia en nuestra sangre eliminando de nuestra dieta los productos perjudiciales.
Por otro lado, la tendencia tan común que tenemos en España de picotear entre horas, no es del todo sana. Es importante conocer qué tipo de alimentos son los ideales para ser consumidos como aperitivos. Muchos nutricionistas abogan por limitar la presencia de las bolsas de patatas fritas, chucherías y bollería en los momentos de picoteo.
El alimento español de toda la vida que combate el colesterol
No solo es un tentempié muy común, sino también un aliado para controlar el colesterol y perder barriga. Estamos hablando de los garbanzos tostados, también conocidos como torraos, tostones o aberronchos. El nombre puede variar dependiendo de la región en la que los consumas, pero el sabor siempre es igual. El garbanzo es uno de los cultivos más antiguos del mundo y cuenta con el apoyo de una gran número de consumidores.
La historia de este alimento se remonta muchos siglos atrás. En concreto, en el siglo XVI porque eran muy preciados por los trabajadores que se ocupaban de la construcción y el transporte en las grandes ciudades. Al igual que ocurre actualmente con las castañas, se podían encontrar puestos ambulantes donde se asaban los garbanzos.
Los beneficios de los garbanzos tostados
El primer beneficio, y bastante importante, es que este tipo de legumbre es muy económica. Con su consumo no solo cuidaremos a nuestro cuerpo, sino también a nuestra cartera. Además, gracias a su poder saciante sentirás que no es necesario comer grandes cantidades.
Popularmente, los garbanzos han sido considerados como una fuente de proteínas para aquellos que por una razón u otra, no son consumidores de carne. Por cada 100 gramos de garbanzos, encontramos un 20 gramos de proteína vegetal, prácticamente un tercio de la proteína que se recomienda consumir diariamente. Es importante que sea una proteína vegetal, porque como afirman algunos nutricionistas, lo ideal es que las proteínas diarias que consumimos tengan origen animal y vegetal por igual.
Su alto contenido proteico es esencial para regular el nivel de colesterol, los problemas cardiovasculares, la diabetes y las afecciones derivadas del peso como la obesidad o el sobrepeso. Es decir, los garbanzos pueden ayudar a aquellas personas que cuentan con un colesterol alto o sobrepeso.
Entre sus valores nutricionales, se encuentra una presencia importante de fibra y de minerales como el calcio o el zinc. Dentro de las vitaminas que tiene, destaca la E, una vitamina que resulta esencial para el cuidado del sistema cardiovascular y los músculos.
Además, son muy fáciles de conservar por lo que podrás comer cuando más te apetezca. Se pueden preparar con facilidad, solo es necesario hervirlos antes de tostarlos. Tanto por sus valores nutricionales como por su preparación, cuenta con un número de calorías que ronda las 380 calorías por cada 100 gramos que consumas.
Pese sus numerosos beneficios, hay que ser conscientes del riesgo que conlleva su consumo. Los garbanzos tostados suelen producir mucha acidez, una característica que los productores suelen rebajar con el uso de yeso, un aditivo. De todas formas, el consumo de este producto no debe ser excesivo; en todo caso, siempre se puede optar por los garbanzos naturales, que contienen los mismos beneficios.
Para una adecuada preparación, lo ideal es dejar los garbanzos en remojo antes de cocinarlos. De esta forma se elimina cualquier tipo de riesgo y después, es más fácil de cocinar. Al ser un alimento tan versátil, podrás adaptarlo para que te lo comas en cualquier momento del día.