Si hay un alimento muy presente en nuestra comida, ese es el trigo. Es uno de los cereales más populares y cultivados, junto al conocido arroz. El trigo ha acompañado al ser humano desde que dio los primeros pasos en la agricultura. De hecho, hay evidencias arqueológicas que demuestran que llevamos cultivando trigo desde hace 12 000 años.
El primer hallazgo de trigo domesticado la encontramos en la región de Karacadag en el sureste de Turquía. Aun así, se conoce que los seres humanos llevamos recolectando trigo silvestre desde hace más de 20 000 años.
Este famoso cereal se ha consumido, y se sigue consumiendo, de muchas formas distintas. Eso sí, lo más habitual es encontrarlo en forma de harina blanca, presente en la mayor parte de nuestros alimentos. Sin embargo, existe una alternativa mucho más interesante desde el punto de vista nutricional, que gana cada vez más adeptos.
El nuevo superalimento sano que protege la piel, el corazón y más
Cada vez son más las personas se atreven con un superalimento con infinidad de beneficios nutricionales: el trigo germinado. Para germinar, los granos de trigo empiezan a gastar su contenido en carbohidratos, por lo que no tiene nada que ver con el trigo común. El germinado contiene una gran concentración de proteínas y nutrientes.
La nutricionista Ana Sánchez explica a El Español que el germen de trigo es una buenísima opción. No solo nos aporta fibra y proteína vegetal, sino también calcio y ácidos grasos muy necesarios. También es un gran antioxidante por la cantidad de vitamina E que contiene.
A la hora de digerirlo, el grano no le da demasiado trabajo al estómago, facilitando la absorción de sus nutrientes. Todo ello se lo debemos agradecer a las enzimas que, con la germinación, descomponen el núcleo del almidón del trigo.
A nivel calórico, la cosa no podría estar mejor: en 100g de este trigo germinado encontramos tan solo 198 calorías. También encontramos 42,5g de carbohidratos, 7.49g de proteína y 47,75g de agua. Además tan solo hay 1,27 gramos de grasa y absolutamente nada de colesterol.
Este producto también contiene zinc y magnesio. Ambos son muy importantes para ayudar a nuestro sistema inmunológico y combatir los virus. El magnesio, además, es el que nos ayuda a que crezcan los tejidos y que nuestros huesos estén fuertes.
La fibra es un gran aliado para a salud intestinal y la circulación sanguínea. Ayuda a nuestro cuerpo y poder ir al baño de forma regular, y también regula el colesterol y mejorar la salud del sistema cardiovascular.
El trigo germinado es muy rico en fenoles solubles que son liberados al comenzar el proceso de germinación. Esto hace que sea un gran antioxidante y nos permite tener una piel radiante y evitar la caída del pelo.
Una alternativa cada vez más popular en todo el mundo
La técnica de germinación de la semilla es muy antigua y se da principalmente en los países del Este. Los países occidentales comenzaron a interesarse en la década de los 80, por lo que el consumo de este superalimento es muy reciente. Su auge coincide con el creciente interés por los alimentos saludables y dietéticos.
Son muchos los estudios que destacan este producto por ser muy rico en sabor y por su alto contenido en sustancias bioactivas. Estas sustancias se pueden utilizar para mejorar nuestras ensaladas y como un buen acompañante de otros platos.
Hay muchas formas de consumir el trigo germinado, pero la más común es el malteado, ideal para producir bebidas alcohólicas. Pero existen otras formas de consumirlo, más saludables, como secado o tostado.
Por supuesto, también es posible hacer harina como con el trigo común. En definitiva, el trigo germinado puede ser un gran aliado en nuestra cocina y para nuestra salud.