El solomillo de cerdo es un alimento nutritivo y delicioso, muy popular en la cocina de muchos hogares, no solo por su gran versatilidad al combinar muy bien con una amplia diversidad de ingredientes, sino también por su textura y sabor.
Entre las recetas más populares y exquisitas destaca el tradicional -y maravilloso- solomillo al whisky, un plato verdaderamente sabroso más fácil de elaborar de lo que piensas, y que siempre sorprenderá y quedará muy bien en cualquier celebración o fiesta. ¿Te animas a prepararlo? Te explicamos cómo hacer solomillo de cerdo al whisky, paso a paso.
Solomillo al whisky: una receta fácil y deliciosa
Probablemente nos encontremos ante un plato tan delicioso que muy posiblemente no puedas resistirte a volverlo a elaborar, si en algún momento te animas a prepararlo en casa. No solo por el resultado, sino porque con unos pocos ingredientes podemos disfrutar de un plato exquisito y simplemente maravilloso, que seguro no pasará en absoluto desapercibido.
De hecho, el solomillo de cerdo al whisky destaca por ser un plato tradicional, que incluso en algunos bares se sirve en forma de tapa. Es más, es tan versátil que incluso en caso de no disponer de whisky en casa podemos elaborar otras bebidas alcohólicas o licores con similar resultado, como por ejemplo podría ser el caso del coñac (o incluso un chorro de vino habitualmente utilizado para los platos de guisos).
¿Cómo hacer solomillo de cerdo al whisky?
Te proponemos una de las recetas de solomillo de cerdo al whisky más fáciles y sencillas. Es una receta ideal para 4 personas, y estará listo en unos 40-45 minutos aproximadamente, si contamos el tiempo de preparación y el de cocción.
Ingredientes
1 solomillo de cerdo de 500 g (o 2 pequeños)
200 ml de whisky (o coñac)
Una cabeza de ajo
2 cucharadas de zumo de limón
1 hoja de laurel
Pimienta negra molida
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
En primer lugar vamos a proceder a cortar los solomillos en varios filetes, ni muy gruesos ni muy finos. Recuerda que esta receta es para 4 personas, así que lo ideal es cortarlos para que los comensales puedan disfrutar de varios filetes. Espolvorea por encima pimienta negra molida y sal.
Pela los dientes de ajo y déjalos enteros.
Pon aceite de oliva virgen extra en una sartén. Añade los dientes de ajo enteros y la hoja de laurel. Cocina hasta que estén dorados. Justo cuando alcancen este punto pon los solomillos de cerdo y saltéalos a fuego bien vivo hasta que se hagan por igual por ambos lados y se doren.
Mientras los solomillos están cociéndose en la sartén, parte el limón por la mitad y exprime ambas partes para obtener su jugo. Luego añádelo a la sartén (con cuidado de no quemarte porque salta al entrar en contacto con la sartén caliente), y justo también al momento añade el whisky.
Ahora puedes hacer dos opciones: o bien dejar reducir a fuego vivo (hasta que el whisky desaparezca por completo) o bien flambear para conseguir que el alcohol se evapore.
¡Listos! Se aconseja servir los solomillos recién hechos, justo cuando la salsa se haya reducido un poco.
Guarniciones sencillas para acompañar
Son varias las opciones que nos pueden servir para acompañar a este exquisito solomillo de cerdo al whisky. A continuación te proponemos dos recetas muy fáciles de hacer que quedarán genial.
Puré de patatas
Ingredientes: 1 kg de patatas, 2 l de agua, 65 g de mantequilla, 100 ml de leche entera y sal.
Elaboración: Procederemos en primer lugar a cocer las patatas. Pela las patatas, córtalas en varios trozos (así conseguirás que se hagan más rápido), y ponlas al fuego en un cazo con agua. Luego, una vez cocidas, aplástalas bien. Incorpora ahora los ingredientes poco a poco (la mantequilla a temperatura ambiente, la leche y una pizca de sal). Mezcla bien, hasta que consigas la cremosidad deseada.
Verduras asadas
Ingredientes: 3 zanahorias, 2 calabacines, 2 pimientos rojos (de asar), 1 coliflor o unos arbolitos de brócoli, 2 dientes de ajo, 4 cebollitas francesas, pimienta negra molida, hierbas aromáticas, sal y aceite de oliva virgen extra.
Elaboración: Limpia y trocea todas las verduras, la coliflor en arbolitos pequeños o el brócoli en varios trozos, y las cebollitas cortadas por la mitad. En un mortero maja los dientes de ajo, la pimienta negra molida, la sal, las hierbas aromáticas y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Luego, en la bandeja del horno tras colocar un poco de papel para hornear y pincelar con el aceite de oliva, mezcla las verduras con el majado. Cubre con papel de aluminio (para evitar que se peguen) y hornea a 190 ºC durante 30 minutos aproximadamente.